Tal y como prometiera hace unos meses, la nueva consejera delegada de GlaxoSmithKline (GSK) Emma Walmsley va reduciendo, poco a poco, el tamaño de la compañía. La multinacional británica ha decidido vender su área de terapias genéticas en enfermedades raras a la compañía Orchard Therapeutics.
Según el acuerdo, GSK recibirá una participación del 19,9 por ciento de las acciones de la también británica Orchard, un asiento en su directorio y futuras regalías y pagos importantes relacionados con el éxito comercial delos producto de su pipeline.
Además, la propia GSK ha reconocido que habrá un pequeño pago inicial, cuyo tamaño no se divulga. Según indica Reuters, los activos en enfermedades raras de GSK son pequeños en términos comerciales, y la farmacéutica continuará invirtiendo en el desarrollo una plataforma de terapias celulares y genéticas, pero con el enfoque hacia la Oncología.
La única terapia genética de enfermedades raras comercializada de la compañía es Strimvelis para la deficiencia inmunitaria combinada grave de ADA, o enfermedad del bebé burbuja. Se ha utilizado para tratar solo a un número pequeño de pacientes desde su lanzamiento en Europa hace dos años, a un precio de 594.000 euros por tratamiento.
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