La
alerta que ha provocado que se hayan tenido que retirar
casi 600.000 unidades de Ventolín en Estados Unidos
no afectará a España. Así lo aseguran fuentes de
GlaxoSmithKline (GSK) a Redacción Médica.
¿La razón? Que el Ventolín que se consume en España
se produce en las instalaciones que la multinacional británica tiene en Aranda del Duero, en Castilla y León, mientras que los productos que tuvieron que retirarse de farmacias, hospitales y almacenes mayoristas en Estados Unidos se había fabricado en la sede que la compañía tiene en
Carolina del Norte.
Fue en esta fábrica donde se produjeron las más de
593.000 unidades de Ventolín que la compañía decidió retirar del mercado tras recibir un elevado número de quejas por un
abultamiento de la envoltura exterior del producto, lo cual apuntaba a una
fuga del envase en el que va contenido el medicamento.
Esto suponía
un riesgo para la salud de los pacientes, puesto que se podía entregar menos dosis de fármaco en cada toma, razón por la que la compañía inició la retirada, asegurando que tomará
medidas correctivas.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.