GSK anuncia la llegada a España de su vacuna de VRS para mayores de 60 años

Es la única inoculación disponible que ha demostrado datos de eficacia significativos durante dos temporadas completas

Iñaki Hernáez, director médico del área de vacunas de GSK en España.

13 may 2024. 18.50H
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La vacuna frente al virus respiratorio sincitial (VRS) de GSK ya está disponible en España. Esta vacuna está indicada para la prevención de la enfermedad del tracto respiratorio inferior (ETRI) causada por VRS en adultos a partir de los 60 años.

El VRS es un virus respiratorio común, de carácter estacional, que se transmite principalmente a través de contacto directo con secreciones respiratorias. Es altamente contagioso y hay dos subtipos antigénicamente diferentes del virus, el VRS-A y VRS-B, que coexisten. Los brotes de este virus suelen ocurrir durante los meses más fríos, lo que convierte al VRS en uno de los virus responsables de la denominada "tripledemia", junto con el SARS-CoV-2 y la gripe. En la actualidad, el VRS representa un "importante problema de salud pública".

En España se estima que la incidencia de Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs) por VRS en adultos mayores de 60 años es del 1,62 por ciento. Aplicando esta tasa a la población mayor de 60 años en España en 2022, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), habría aproximadamente 203.914 casos de VRS cada año en este grupo. Además, la tasa de hospitalización en este grupo de edad es del 0,15 por ciento, con una tasa de mortalidad intrahospitalaria del 7,13 por ciento. Esto se traduciría en 19.117 hospitalizaciones y 1.363 muertes anuales debidas al VRS en nuestro país. Es importante destacar que, debido al número limitado de pruebas diagnósticas para detectar el VRS y a la falta de sistemas de vigilancia robustos, los datos globales sobre la carga de la enfermedad por VRS en adultos mayores en España son "insuficientes" y es probable que los datos disponibles estén "infraestimados".

La infección por VRS puede ocurrir en todas las etapas de la vida, aunque suele ser más relevante en los recién nacidos y en los adultos mayores.Generalmente, en la mayoría de los adultos sanos las infecciones por VRS suelen cursar con síntomas similares a los del resfriado. Sin embargo, debido a la inmunosenescencia asociada a la edad, comorbilidades médicas subyacentes y condiciones de inmunodeficiencia pueden presentar mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves por VRS como neumonía, agudización de patologías crónicas (por ejemplo, EPOC o insuficiencia cardiaca), hospitalización y muerte.
Es importante destacar que alrededor del 80 por ciento de las personas mayores de 65 años, tienen al menos una enfermedad crónica subyacente y el 68 por ciento tienen dos o más.

Iñaki Hernáez, director médico del área de vacunas de GSK en España, destaca "la amplia experiencia que GSK posee en vacunas adyuvadas y en concreto del uso del sistema adyuvante AS01, presente también en nuestra vacuna frente al herpes zóster, cuya eficacia ha sido también observada en esta vacuna frente al VRS". Según Hernáez, "El uso del adyuvante en la vacuna supone un beneficio para los adultos mayores, especialmente aquellos con comorbilidades, ya que ayuda a potenciar o modular la respuesta inmune permitiendo alcanzar niveles adecuados de linfocitos T, fundamentales para reducir la gravedad de la enfermedad".

Por su parte, Federico Martinón, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago, investigador del estudio AReSVi-006 (ensayo pivotal de la vacuna de GSK frente al VRS), destaca que "nos enfrentamos a un envejecimiento poblacional sin precedentes".

"Los modelos matemáticos proyectan que para el año 2050, las personas mayores de 60 años representarán el 22 por ciento de la población mundial, un aumento de 10 puntos porcentuales respecto a 2015. Estas cifras nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la vacunación en la edad adulta y trabajar juntos para alcanzar tasas similares de vacunación en este grupo a las obtenidas en las edades pediátricas. En una sociedad cada vez más envejecida, la vacunación frente al VRS en adultos mayores podría ayudar a proteger a las personas de casos graves y reducir la presión asistencial que sufren los sistemas de salud durante los periodos de circulación de virus estacionales", reflexiona.

Martinón concluye diciendo que "es una excelente noticia contar con una vacuna más disponible, diseñada específicamente para la población adulta, para abordar una enfermedad que ha sido objeto de búsqueda de soluciones durante décadas".


Eficacia de la vacuna de GSK frente al VRS


En el estudio pivotal la vacuna Arexvy demostró una eficacia global del 82,6 por ciento frente a la ETRI por VRS en adultos de 60 años y mayores durante la primera temporada, y una eficacia del 67,2 por ciento tras dos temporadas de VRS (mediana de seguimiento de 17,8 meses). Y para los casos más graves de ETRI por VRS, la eficacia fue del 94,1 por ciento en la primera temporada y del 78,8 por ciento durante dos temporadas.

La vacuna también ha demostrado una eficacia consistente frente a la ETRI causada por los diferentes subtipos de VRS, VRS-A y VRS-B: en la primera temporada la eficacia fue del 84,6 por ciento y 80,9 por ciento, respectivamente, y tras dos temporadas la eficacia fue del 80,5 por ciento y 59,7 por ciento respectivamente.

El 39 por ciento de sujetos incluidos en ambos grupos del estudio presentaban al menos una comorbilidad cardiorrespiratoria o endocrino-metabólica, principalmente. Durante la primera temporada se observó una eficacia del 94,6 por ciento y del 66,7 por ciento a lo largo de dos temporadas para participantes con al menos, una comorbilidad. En aquellos pacientes que presentaban al menos una comorbilidad cardiorrespiratoria, la eficacia a lo largo de dos temporadas fue del 73,8 por ciento

En cuanto a la coadministración con otras vacunas de adultos, ha demostrado ser inmunogénica y tolerable cuando se coadministra con la vacuna de la gripe tetravalente de dosis estándar en mayores de 60. Los datos de seguridad y reactogenicidad coincidieron con los observados inicialmente en el programa de desarrollo clínico de fase III siendo las reacciones adversas notificadas con mayor frecuencia: dolor en el lugar de la inyección (61 por ciento), fatiga (34 por ciento), mialgia (29 por ciento), cefalea (28 por ciento) y artralgia (18 por ciento). Estas reacciones adversas fueron, normalmente de intensidad leve o moderada y desaparecieron unos días después de la vacunación.
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