Con el objetivo de debatir y analizar el
impacto del Covid-19, sus efectos clínicos o cómo ha afectado el confinamiento a los grupos más desfavorecidos, se ha celebrado la reunión virtual ‘Entender la pandemia actual y plantear el futuro del paciente
drogodependiente con infección por hepatitis C’. Una sesión organizada por
Gilead con la colaboración de la Sociedad Médica Andaluza de Adicciones y Patologías Asociadas (Somapa).
La crisis sanitaria generada por la llegada del nuevo coronavirus ha conducido a una situación crítica del sistema sanitario. Sin embargo, la hepatitis C sigue siendo un
gran problema de salud por su incidencia, morbimortalidad y costes sanitarios asociados. En estos meses, los recursos asistenciales se han visto limitados para atender la emergencia sanitaria, una situación que ha afectado a muchas
unidades de desintoxicación y comunidades terapéuticas que trabajan de cerca con personas en riesgo de exclusión.
Para conseguir eliminar la propagación de la hepatitis C,
Federico García García, jefe de Servicio Microbiología del Hospital Universitario San Cecilio de Granada, señala que “es fundamental mantener las estrategias de cribado en poblaciones vulnerables con poco acceso a los test de hepatitis C”. Así, para controlar el virus de la hepatitis C el doctor, quién también moderó la sesión, confirma que “hay que
retomar el cribado de pacientes fuera de los hospitales y poner el foco en centros que traten a pacientes con adicciones”.
Pacientes duales
Por otro lado, aislamiento, depresión, soledad o trastorno de sueño son algunos de los efectos que ha provocado el confinamiento, que se suman a otro tipo de patologías mentales graves que sufren las personas drogodependientes como ‘pacientes duales’. El
riesgo de recaída es muy elevado en situaciones estresantes y es absolutamente necesario integrar al paciente con patología dual en una red unificada de salud mental dentro del Sistema Nacional de Salud.
Es fundamental tener en cuenta a los colectivos más vulnerables y seguir insistiendo para mejorar el diagnóstico y el acceso al tratamiento en las fases tempranas de la enfermedad con iniciativas como “el programa DETET-C, que está enfocado a
detectar la hepatitis C en centros para pacientes con adicciones”, tal y como señala García.
En la sesión ‘Entender la pandemia actual y plantear el futuro del paciente drogodependiente con infección por hepatitis C’ también se ha debatido acerca de la importancia de
implementar estrategias de búsqueda activa de pacientes infectados para favorecer la detección temprana de la enfermedad y poder empezar su tratamiento.
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