Redacción. Madrid
Gilead ha presentado en España su primer medicamento oncohematológico, idelalisib, comercializado como Zydelig con utilidad terapéutica demostrada en el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC) y el linfoma folicular (LF).
En el transcurso de los años el pronóstico de los pacientes con LC y LLC ha mejorado de forma sustancial debido a la disponibilidad de tratamientos cada vez más eficaces. Los grandes hitos en el tratamiento han sido los análogos de las purinas, los anticuerpos monoclonales y, en la actualidad, los inhibidores de las señales transmitidas por el receptor de las células B (BCR), como Zydelig.
María Río, directora general de Gilead en España.
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“Hacer que la esperanza de vida de los pacientes con linfoma folicular o leucemia linfática crónica sea la misma que la de las personas sin estas enfermedades está a la vuelta de la esquina", ha resaltado el profesor de la Universidad de Barcelona Emili Montserrat.
Por su parte, el coordinador de la parte del programa referente a leucemia linfocítica crónica, José Antonio García Marco, ha recordado que ambas patologías suelen afectar a pacientes de edad avanzada y con comorbilidades asociadas.
Eficacia de Zydelig
En concreto, Zydelig, que se administra por vía oral, inhibe la vía de señalización PI3K. “Ha demostrado ser activo (reducción del tamaño de los ganglios linfáticos) en el 90 por ciento de los pacientes; con casi el 60 por ciento de respuestas objetivas; estos resultados han sido demostrados en un estudio fase II publicado recientemente por Gopal y colaboradores en el
New England Journal of Medicine, estudio que ha llevado a la aprobación de dicho medicamento en el linfoma folicular refractario”, ha señalado la coordinadora de la parte del programa referente a linfoma folicular, Dolores Caballero.
Asimismo –ha proseguido–, la mayoría de los pacientes habían sido refractarios a la última línea de tratamiento y, para el pequeño grupo de los que habían respondido al tratamiento anterior a Zydelig, la duración de la respuesta fue significativamente mayor tras el nuevo medicamento (11 meses frente a 4,6 meses tras el tratamiento previo).
“La respuesta se alcanza en un tiempo corto, inferior a los dos meses y que la duración de la misma es de 12,5 meses, siendo su perfil de toxicidad aceptable. El hecho de que se trata de un medicamento oral hace que tenga impacto favorable en la calidad de vida de los pacientes, que podrán llevar una vida menos dependiente del hospital; tendrá también impacto en una mejor optimización de los recursos, ya que se ahorran los costes en preparación de la medicación y su administración en caso de medicamentos intravenosos”, ha enfatizado Caballero.