Gefapixant (MSD) reduce la tos crónica refractaria o idiopática

El ensayo de MSD ha conseguido reducir la frecuencia de tos en los pacientes con tos crónica refractaria o idiopática

Ana Argelich, directora MSD España.

19 nov 2020. 12.00H
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La tos crónica refractaria o idipoática afecta entre a un 5 y un 10 por ciento de la población adulta a nivel mundial. Dos patologías para las que no existen terapias aprobadas hasta el momento. Por ese motivo, el anuncio de MSD sobre los resultados de sus dos ensayos en fase 3 con gefapixant son una muy buena noticia para los pacientes de tos crónica.

La farmacéutica MSD ha presentado en el Congreso Internacional Virtual de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) los datos de sus ensayos Cough-1 y Cough-2. Estos han sido los primeros ensayos de fase 3 complementarios realizados en pacientes con tos crónica refractaria (una tos que persiste a pesar de recibir el tratamiento adecuado para las afecciones subyacentes), o tos crónica idiopática (tos donde no se puede identificar la causa subyacente a pesar de una evaluación completa).

En estos estudios, los pacientes adultos tratados con gefapixant 45 mg dos veces al día mostraron una reducción de la frecuencia de tos durante 24 horas (medido objetivamente como toses por hora, utilizando grabaciones de sonido durante 24 horas) frente a placebo a las 12 semanas.

Mejora en la calidad de vida de los pacientes


Un avance muy importante que mejoraría la calidad de vida de todas las personas que padecen esta patología, como destaca Lorcan McGarvey, catedrático de Medicina del Instituto de Medicina Experimental Wellcome-Wolfson de la Escuela de Medicina, Odontología y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Queen (Belfast): “Se estima que entre el 5 y el 10% de los adultos en todo el mundo sufre tos crónica y un subgrupo de estos pacientes tiene tos crónica refractaria o idiopática. Este subgrupo parece ser más sensible a varios desencadenantes que normalmente no causan tos en personas sanas, incluyendo acciones cotidianas como hablar, reír, o un cambio en la temperatura del aire, exposiciones a aerosoles o a los olores de los alimentos”. 

Por último, McGarvey añade que “dada la necesidad no cubierta para estos pacientes, los hallazgos de Cough-1 y Cough-2 y la posibilidad de una nueva opción terapéutica para los pacientes que luchan con la carga de esta enfermedad, frecuentemente sin alivio durante muchos años, son esperanzadores”.
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