La industria del medicamento británica y miembros del gobierno de Reino Unido han creado un grupo de trabajo para abordar los problemas de regulación y otros a los que se enfrenta el sector farmacéutico tras la decisión de abandonar la Unión Europea.
Las farmacéuticas (que se opusieron frontalmente a la separación de la UE) representan el 25 por ciento de todo el gasto en investigación de las empresas del Reino Unido, y han advertido de que el Brexit trae incertidumbre y ha añadido complejidad y posibles demoras a la probación de medicamentos.
El nuevo grupo directivo será co-presidido por el CEO de GlaxoSmithKline (GSK), Andrew Witty; el de AstraZeneca, Pascal Soriot, y George Freeman, ministro de las Ciencias de la Vida. Por lo pronto, se ha acordado examinar las cuestiones que van desde la propiedad intelectual y el comercio a la regulación y el acceso a trabajadores cualificados.
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