Eduardo Ortega Socorro. Santander
Ángel Fernández, presidente y director general de MSD, asegura, en entrevista concedida a Redacción Médica, que su compañía está abierta a nuevas fórmulas de financiación pública para que se costee su terapia inmunooncológica pemprolizumab, que tiene en proceso de aprobación en Europa. Sin embargo, lamenta que en España no haya transparencia en el ámbito de la negociación de los precios de los fármacos.
Ángel Fernández, presidente y director general de MSD.
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¿Cómo valora el acuerdo para limitar el gasto en el que están trabajando las patronales del medicamento y del producto sanitario con los ministerios de Hacienda y Sanidad?
Como miembro de Farmaindustria he estado batallando el protocolo de entendimiento con el Ministerio de Sanidad, también en el primero que se intentó poner en marcha hace años. Yo creo que está mal comunicado: no es un acuerdo para limitar el gasto, sino para compensar si existe un gasto mayor que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), a través de una serie de fórmulas que es verdad que todavía no están concretadas.
Desde el punto de vista de la compañía, que haya estabilidad en el sistema y una línea de colaboración y entendimiento es positivo. En caso contrario, el Gobierno se ve obligado a tomar medidas discrecionales, erráticas y no previsibles, que, en definitiva afectan al negocio sin ningún tipo de acuerdo entre medias.
Lo cierto es que ya el ministerio ha dicho en varias ocasiones que va a exigir medicamentos cada vez más innovadores, pero también más baratos…
Todo depende de cómo se afronten estos temas. El ministro Alfonso Alonso cuenta que se están haciendo huecos en el gasto farmacéutico, que se están tomando medidas para facilitar que se incorporen innovaciones. La ecuación se puede cuadrar de muchas formas distintas, pero se haga como se haga, debe hacerse de una forma consensuada y dialogada, no con iniciativas discrecionales.
MSD fue una de las primeras en trabajar en los nuevos acuerdos de financiación.
Cierto, y fue hace menos de un año. No estamos hablando de la era prehistórica, sino de algo que hicimos con Agustín Rivero, actual director general de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia.
¿Cree que el Ministerio va a optar por estas vías para olvidarse de la financiación ‘tradicional’?
No creo. Este tipo de acuerdos tendrán una aplicación específica en casos concretos, pero no irá más allá. Por ejemplo, la hepatitis C era un tema que había que solucionar, dado que por fin había unos productos con los que muchos pacientes se podían curar. Hubo que hacer acuerdos para conseguir solucionar este problema puntual.
En cambio si hablamos de un fármaco que sirve para el dolor de cabeza y que mejora sensiblemente lo que hay, tiene que haber un reemplazamiento de uno por otro. Podrá aportar innovación incremental, pero no disruptiva. Entiendo que este tipo de negociaciones deben emplearse con tratamientos disruptivos de verdad, que se enfoquen sobre problemas importantes que hasta ahora no han tenido solución.
Precisamente, todo parece apuntar a que la inmunooncología va a ser el siguiente paso disruptivo en cáncer. Su compañía trabaja en este ámbito. ¿Qué producto en este ámbito de MSD podríamos ver en España?
Se trata de pembrolizumab, que ya cuenta con una opinión positiva en Europa. Esperamos tener a finales de julio el certificado emitido por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para comercializarlo. De ahí en adelante, todo es discutir con el Gobierno de España y lograr precio y reembolso.
¿Prevé una negociación dura?
(Risas) Quién sabe, ¿no? Es un producto bien innovador y bien disruptivo, en este caso, en melanoma maligno. Se consiguen resultados nunca logrados con una respuesta nunca vista.
Sin embargo, los gestores del medicamento aseguran que la financiación de los nuevos fármacos de la hepatitis C va a ser un juego de niños comparado con el que se avecina con la inmunooncología. ¿Qué escenario prevé usted? ¿Están abiertos a las nuevas fórmulas de financiación puestas en marcha por Sanidad?
No quiero comparar, puesto que no conozco la situación en la que se han visto otras compañías. Y categóricamente: sí estamos abiertos a nuevas fórmulas. ¿Más que otros? No lo sé, pero porque no sé qué han negociado esos otros. El sistema no es transparente y no permite saberlo. ¿Usted conoce cómo ha sido la negociación? (el periodista niega con la cabeza) Pues el sistema debería ser transparente y deberíamos saberlo.
¿Cree que se deberían conocer los precios que se pactan con los laboratorios públicamente?
Sí, sin duda. En un mercado libre como el que tenemos, deberíamos tener transparencia sobre los precios de los medicamentos, incluso de los financiados.
¿Es posible ‘apretar’ todavía más el gasto farmacéutico en España?
Primero habría que establecer cuáles son los objetivos de salud que tenemos. Si es mantener el nivel de hoy, con los 83 años de esperanza de vida del país y con una población que aprecia su sistema sanitario, ya no se puede bajar más el gasto. Ya estamos en cifras que están por debajo de nuestro entorno, a años luz de los países que más invierten en salud.
La respuesta es no, si este es el objetivo. En cambio, si se permite un empeoramiento de lo que hay, se puede seguir reduciendo, claro. Pero ese no es el objetivo.
Volviendo a la hepatitis C, MSD también está desarrollando ‘otro’ nuevo tratamiento contra esta enfermedad.
El producto tiene presentados estudios en el Congreso Europeo del Hígado, con resultados espectaculares en índice de curación, y son totalmente competitivos con lo que hay hoy en el mercado.
¿Y es mejor que esos otros productos que hay en el mercado?
Decir mejor o peor… Los ensayos clínicos indican que el producto logra unas tasas de curación altísimas, y totalmente competitivas con lo que hoy hay. Además, con un perfil de tolerancia muy limpio, con pocos efectos secundarios y con la posibilidad de tratar a pacientes afectados por problemas renales.
¿Y qué previsiones hay para que pueda ser lanzado?
Está en registros en Estados Unidos, donde esperamos tener noticias en enero, y Europa. Es decir, que esperamos poder lanzarlo el año que viene, al menos en lo que va de enero a diciembre (sonríe).
Durante los últimos años estamos viendo un movimiento de concentraciones en el mercado farmacéutico. De hecho, MSD es una de las pocas compañías que no se ha visto inmersa en la oleada de rumores que se están escuchando en el sector.
Nuestro CEO, Kenneth Frazier. ha dejado claro que el enfoque de la compañía es el de la investigación y el desarrollo de sus productos innovadores. Si vamos a comprar otra compañía, pierdes enfoque. Te tienes que dedicar a otras cosas, a unificar protocolos, a unir culturas, reducir plantillas… Él ha dejado claro es que si vamos a comprar otras compañías van a ser empresas sinérgicas, con un giro comercial.
Por ejemplo, recientemente hemos comprado una compañía que se llama Cubist, especializada en antibióticos. ¿Por qué? Porque es sinérgico con toda nuestra línea de vacunas y antibióticos, ámbito en el que somos líderes. Pero no se puede esperar de nuestra compañía una gran compra, o de iguales, sino estratégica, para completar líneas de negocio.
¿Cómo valora la situación actual del sector entonces, desde su punto de vista personal, particularmente la situación de GSK?
Prefiero no elaborar en rumores, pero el proceso de consolidación tiene que continuar. Cada vez el retorno de la inversión en investigación es menor y en cambio los procesos cuestan más, algo que también ocurre a la hora de desarrollar e introducir en el mercado un nuevo producto. Necesitas una economía de escala diferente. El sistema te fuerza a buscar un tamaño distinto y, por tanto, es el propio sistema el que te invita a la concentración. ¿Cómo evitarlo? Bueno, por ejemplo, se podría ampliar el plazo de las patentes.
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