La estrategia de la
compra centralizada de vacunas en la Unión Europea no afectará a la campaña de otoño de la
gripe estacional. Bruselas ha descartado la posibilidad de recurrir a la
Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA, por sus siglas en inglés) para repartir dosis entre todos los países miembros. Esta apuesta que se puso en marcha como consecuencia de la pandemia de Covid-19 y que está llamada a formar parte de la idiosincrasia del bloque comunitario no tendrá un reflejo sobre
otro de los virus respiratorios por excelencia.
Fuentes de la
Comisión Europea han explicado a
Redacción Médica que actualmente
“no hay planes” para desplegar la compra centralizada, lo que llevará a España a continuar con su modus operandi actual y buscar por su cuenta a los proveedores de la vacuna. El último concurso público que España puso en marcha para organizar la campaña estuvo dotado con
277 millones de euros y permitió la adquisición de diferentes fórmulas de la vacuna inactivada a partir de virus crecidos en huevos embrionados, virus fraccionados o de antígenos de superficie (H y N).
El organismo de contratación pública adjudicó el contrato a varias farmacéuticas
en septiembre de 2021 y estableció un plazo de
duración de dos años, lo que abría la puerta a que a partir de 2023 se activase otra fórmula diferente como la compra centralizada a través de la Unión Europea. En todo caso, el pliego establece vías para
prorrogar la licitación de manera anual al menos durante los dos próximos ejercicios.
La
Comisión de Salud Pública ha fijado que este otoño la campaña de la gripe se vuelva a realizar de manera simultánea con el refuerzo de vacunación del Covid-19 para los colectivos más vulnerables. Los
mayores de 60 años, los internos de las residencias, las personas con enfermedades previas consideradas de riesgo, las
embarazadas o quienes convivan con pacientes con un alto
grado de inmunosupresión están llamados a participar en los próximos meses.
Este año se ha sumado además tanto a la población fumadora como a los profesionales de centros sanitarios como las farmacias.
La compra centralizada de vacunas en Europa
La compra centralizada de vacunas se ha convertido en una seña de identidad de la Unión Europea desde que se tuvo que recurrir a esta fórmula con motivo de
la pandemia de Covid-19. Mediante esta vía se distribuyeron las dosis de todas las grandes farmacéuticas a lo largo de la crisis sanitaria. Una de las últimas adquisiciones es la de
la vacuna española de Hipra que repartió 250 millones de unidades, entre diferentes estados comunitarios.
La Comisión Europea también recurrió a esta estrategia a través de HERA para garantizar que todos los países miembros contasen con vacunas para frenar
la amenaza de la viruela del mono (monkeypox). Bruselas se hizo con más de
170.000 dosis del preparado de Bavarian Nordic, que se distribuyeron de acuerdo a la población de cada país. A
España le correspondieron en un primer momento cerca de 17.000.
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