Redacción. Madrid
La Comisión Europea ha aprobado el uso de bevacizumab, comercializado por Roche con el nombre de Avastin, para el tratamiento del cáncer de cérvix avanzado en combinación con quimioterapia, tras demostrar que es capaz de mejorar la supervivencia global de estos tumores.
Andreas Abt, director general de Roche.
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En esta ocasión, la indicación autorizada permite el uso de este fármaco, que también está indicado para otros tumores como colorrectal, mama, pulmón, riñón y ovario, en combinación con paclitaxel más cisplatino o topotecan (si la paciente no puede recibir platino) en mujeres con cáncer recurrente o metastásico.
La compañía asegura que el fármaco se puede convertir en la primera terapia biológica en incorporarse al arsenal terapéutico contra un tumor que apenas ha registrado avances en las últimas décadas y cuya incidencia se localiza sobre todo en edades entre los 35 y los 44 años.
En la UE se diagnostican cada día unos 90 casos de cáncer de cérvix y cerca de 35 fallecerá por esta causa, mientras que en España la cifra es de unos 2.100 nuevos casos anuales, de las que "apenas una de cada seis mujeres sobrevive a los cinco años del diagnóstico", según ha explicado Sandra Horning, directora médica y responsable del Desarrollo de Productos de Roche.
"Las mujeres europeas contarán ahora con una nueva opción terapéutica, que era muy necesaria para lograr una mayor supervivencia frente a lo que aporta la quimioterapia sola", ha destacado esta responsable.
En concreto, según el estudio en que se ha basado la aprobación, la suma de Avastin permite una reducción "estadísticamente significativa" del riesgo de muerte, hasta un 29 por ciento, lo que supuso un incremento de la mediana de supervivencia de cerca de 4 meses respecto a las tratadas solo con quimioterapia (17 meses de media, frente a 13,3 meses).
Reduce el riesgo de muerte
Además, la tasa de mujeres que recibieron esta terapia biológica más quimioterapia y que experimentaron una reducción del tamaño del tumor (tasa de respuesta objetiva) fue claramente mayor que la observada entra las que recibieron solo quimioterapia (48 por ciento frente a 36 por ciento), y el perfil de seguridad fue similar al reportado en otros tumores, excepto por una mayor incidencia de fístulas gastrointestinales-vaginales.
El fármaco actúa bloqueando el receptor del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, por sus siglas en inglés), clave en el proceso de la angiogénesis, a través del cual un tumor induce la creación de nuevos vasos sanguíneos que le permitan seguir creciendo.
Como ya sucediera con la aprobación de la FDA el pasado mes de agosto, España, con 6 hospitales y 18 pacientes, ha sido el único país europeo que ha participado en esta investigación del Grupo de Oncología Ginecológica (GOG), que cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI). Esta indicación también fue aprobada el año pasado en Suiza y en otros seis países.