El
relevo generacional en
Grifols está pasando factura a la multinacional catalana. Los valores de la compañía de hemoderivados han caído
por encima del 4 por ciento en las últimas semanas. ¿La causa? Los preparativos que está haciendo la farmacéutica en su cúpula y la inseguridad que esto genera en los inversores.
En mayo, la multinacional catalana confirmó que
Víctor Grifols Roura traspasará sus responsabilidades ejecutivas a su hermano
Raimon Grifols Roura y a su hijo
Víctor Grifols Deu, en calidad de consejeros delegados solidarios. El cambio se hará oficial en el 1 de enero.
Sin embargo, no son estos vaivenes los únicos que pueden estar teniendo efecto sobre el índice bursátil de la compañía, según los analistas: la externalización de sus unidades de negocio fuera de España también está siendo una de las causas. Y es que después de que Grifols se llevara tres cuartas partes de su negocio a Irlanda por motivos fiscales, ahora ha decidido que trasladar también la sede comercial de la división bioscience a Fráncfort (Alemania).
Hay que recordar que en los últimos tiempos la compañía catalana tampoco pasa por su mejor momento económico, dado que sus beneficios, según los últimos datos, han caído un 2,5 por ciento, hasta los 125 millones de euros.
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