Los costes para la elaboración de los medicamentos han protagonizado un notable encarecimiento en los últimos diez años en España. El
Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado este miércoles que el
Índice de Precios de la fabricación de productos farmacéuticos cerró diciembre de 2021 en un
108,5. Es un 10 por ciento más que en el último mes del 2011 cuando el inficador se encontraba en el
98,7. Por el camino, una década de aumentos paulatinos.
El incremento de la inflación en la producción farmacéutica se ha repetido en los últimos diez ejercicios, aunque no ha sido una tendencia constante.
La única gran bajada de los precios se produjo en el 2013 cuando el índice cayó hasta el 90,9, lo que supuso un retroceso de casi 8 puntos con respecto al año anterior. Sin embargo, este cambio se corrigió con una fuerte subida un año después que devolvió la tasa al
100,1.
A partir de entonces,
los precios de fabricación han ido oscilando durante seis años siempre en una horquilla que variaba entre 103 y 105, con ligeros ascensos y descensos. Sin embargo, el encarecimiento de la elaboración de fármacos ha protagonizado un nuevo hito en el 2021. En un año marcado por
la inflación generalizada en España y el resto de vecinos europeos, la índice ha repuntado 2,5 puntos hasta situarse en el
108,5. Es el nivel más alto de toda la década.
Evolución del coste en la fabricación de productos sanitarios desde 2011 a 2021. Fuente: INE
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La energía lidera la inflación en 2021
Este último incremento del precio de la fabricación de los productos farmacéuticos responde al encarecimiento general de los costes que ha salpicado a todos los sectores en el último ejercicio. El
Índice de Precios Industriales (IPRI) se ha situado en diciembre en los 137 puntos, lo que representa un aumento del 35,9 por ciento con respecto al año anterior. Es la tasa
más alta desde que comenzó la serie estadística en 1976.
El principal impacto se encuentra en la
producción, transporte y distribución de la energía eléctrica que se ha colocado en un índice del
183,8. La tasa interanual es del
95,9 por ciento como consecuencia de la crisis energética que afecta a toda Europa y que está condicionada por el encarecimiento del gas en los mercados internacionales.
El otro sector más golpeado por la inflación es el de
los bienes intermedios que ha cerrado el año con un índice de 125,8, lo que supone un encarecimiento del 20,6 por ciento en términos interanuales. Este salto está condicionado por las alzas de los
alimentos animales, la
molinería, los
almidones, los
productos amiláceos, el
hierro, el
acero o el
plástico.
El impacto del encarecimiento de la fabricación no ha sido tan fuerte en el caso de los
bienes de consumo no duradero que han acabado el 2021 en el 108,9, lo que supone un 5,3 por ciento por encima de diciembre de 2020. El alza de los costes del
procesamiento y conservación de la carne ha sido la clave de este alza, ya que bajaron con fuerza hace un año.
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