Hace pocos días se hacía público el movimiento de
UXA Farma de solicitar al
Ministerio de Sanidad una reducción voluntaria del del 50 por ciento del precio de la
furosemida. Una actuación completamente legal y habitual, si bien, en esta ocasión llama la atención la gran bajada de precio solicitada en un
medicamento ampliamente utilizado. El sector apunta que se trata de una actuación
"oportunista" que además merma la idea de una
industria local fuerte.
Por el momento, ningún otro laboratorio se ha unido a esta
reducción de precio. Las farmacias están obligadas a ofrecer al paciente el medicamento más barato en el caso de las recetas prescritas por principios activos, como lo es la furosemida. Por esto, si ningún otro fabricante adopta el nuevo precio, las cajas de UXA Farma serán las que tengan que ser administradas a los ciudadanos. La pregunta es si este laboratorio
tiene suministro suficiente.
Posible desabastecimiento
Rafael Borrás, director de Comunicación y Asuntos Gubernamentales de Teva, uno de los laboratorios fabricantes de este principio activo que no se ha unido al nuevo precio, comenta que, tras esta acción es posible “que el
desabastecimiento aparezca más pronto que tarde”.
Un solo laboratorio tendrá que asumir la mayor parte de distribución de este principio activo. “Esperamos que la Administración tome cartas en el asunto y penalice aquellas acciones que se lleven a cabo con intereses comerciales puntuales pero sin continuidad y provocando
problemas importantes para pacientes y para profesionales sanitarios”, ha asegurado Borrás, que pone en relieve el buen funcionamiento general del
Sistema de Precios de Referencia, que lleva vigente más de
dos décadas.
Sobre el peligro de que esta abultada bajada de precio pueda ocurrir con otros principios activos, Teva reitera la importancia de que desde las administraciones sanitarias “se evalúen bien las consecuencias y eviten
aventuras esporádicas”.
Defiende, entonces,
evitar una tendencia de “medicamentos low cost” si su consecución se logra a través de una reducción de precio tan abrupta como la de UXA Farma. Con perspectiva de que “la industria farmacéutica es un sector de futuro en
España y en Europa”, habla Borrás de lo esencial de disponer de una industria fuerte “que sea capaz de aportar a la economía y lo que es más importante, a la mejora de la salud de las personas”. Así, reitera el peligro de que “acciones oportunistas puntuales pueden
dificultar y mermar las posibilidades de disponer de una industria potente a nivel local que aporte soluciones”.
Libertad para la devaluación de precios
Con posición crítica, Borrás recuerda que “cada compañía es libre de hacer lo que crea conveniente respecto a su
política de precios” y comenta que desde Teva “se inclinan por una aportación global al país que incluye la localización”. En el caso de este laboratorio, tienen una de las plantas más destacadas del grupo situada en
Zaragoza”.
Defiende la importancia de la contribución de las empresas “al Producto Interior Bruto (PIB), a la balanza comercial a través de la exportación y a la creación de empleo”. “Las compañías podemos aportar mucho pero hay vasos comunicantes y no todo es precio. La
pandemia nos ha ofrecido una serie de lecciones aprendidas que tendríamos que aprovechar e interiorizar. Esperemos que los decisores no se olviden pronto de la
gran aportación del sector en los momentos más complejos”, termina.
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