España está pendiente de su participación en uno de los grandes planes europeos en materia sanitaria: el
Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) de Salud. Con esta iniciativa, busca mejorar la investigación y el desarrollo de capacidades industriales sanitarias en el territorio. Está abierto a que puedan presentarse compañías farmacéuticas, de la misma forma que el
Perte de Salud de Vanguardia del Gobierno. La incógnita es la fecha de apertura y 'activación' de esa participación española.
El
Ministerio de Ciencia, que es el que coordina esta participación, se ha puesto de horizonte el final de 2023 como fecha límite. Si bien, esta fecha se está enfriando, ya que a día de hoy no hay novedades y, tal y como ha explicado el departamento que lidera en funciones
la ministra Diana Morant a
Redacción Médica, "están esperando la decisión de la Comisión Europea". Por lo que no se descarta que vaya
a 2024.
Pero los impulsores de la creación de un IPCEI son los propios países. Es decir,
no son creados por la Comisión Europea, son creados por cada estado y, una vez autorizado por la Comisión (el paso que le queda a España) con arreglo a las normas sobre ayudas estatales,
será concedido y desembolsado por las autoridades de cada país.
La Comisión ha explicado a este medio que está cooperando activamente con varios países para este primer IPCEI en el ámbito de la salud, centrado en
productos farmacéuticos innovadores y tecnologías médicas de vanguardia. "Ya hemos recibido la primera información sobre proyectos individuales de los Estados miembros, pero no sabemos el calendario".
¿Qué es el IPCEI de salud?
Los IPCEI permiten a los Estados miembros poner en común recursos y cooperar, reuniendo conocimientos, experiencia,
recursos financieros y agentes económicos. Permiten una innovación revolucionaria en sectores y tecnologías clave, garantizando que los efectos indirectos positivos beneficien a la economía de la UE en general, al tiempo que se preserva la competencia leal en nuestro mercado interior.
"Estos proyectos pueden llegar hasta el primer despliegue industrial de las
tecnologías innovadoras en cuestión. Dada la importancia de los IPCEI para los ámbitos políticos que abordan, y habida cuenta de sus fuertes efectos indirectos transfronterizos, se permite que las ayudas a tales proyectos cubran la totalidad del déficit de financiación (la diferencia entre los costes y los ingresos estimados del proyecto para
alcanzar el rendimiento que un operador del mercado necesitaría para emprender tal proyecto, teniendo en cuenta sus riesgos)", señala la Comisión.
Dado que los IPCEI se financian con cargo a los presupuestos nacionales, los Estados miembros tienen la iniciativa de constituir un IPCEI, determinar el
alcance de los proyectos y seleccionar las empresas y proyectos participantes. "Los servicios de la Comisión están dispuestos a apoyar sus planes, orientarles y evaluar los proyectos notificados lo antes posible".
Triple objetivo del Perte europeo sanitario
El proyecto europeo de salud tiene tres objetivos principales. El primero es aportar proyectos en salud a la Unión Europea, así como a la
nueva Estrategia Industrial para Europa y su actualización, y a sus respectivos objetivos; el segundo es contribuir al primer despliegue de procesos de producción industriales innovadores y sostenibles, que sean imposibles sin la ayuda europea; y el tercer reto es fomentar servicios de vanguardia, de calidad y accesibles.
El plan se plasma en dos olas: la primera cubre
tres segmentos de mercado, como las tecnologías y procesos de producción innovadores y sostenibles para medicamentos; el apoyo a la I+D+i para abordar resistencias antimicrobianas y enfermedades raras; y el
desarrollo de terapias celulares y génicas. La segunda ola aborda la salud digital, las tecnologías sanitarias (Medtech) y los dispositivos médicos.
El IPCEI de Salud se suma a otros tres en los que España ya participa:
el de hidrógeno renovable, el de microprocesadores y el de baterías.
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