Un estudio español publicado en el
British Journal of Haematology arroja luz sobre las características clínicas y patológicas, los factores pronóstico, el tratamiento y los resultados clínicos de
pacientes con linfoma T periférico, un tipo de
tumor maligno del sistema linfático que representa entre el 12 y 15 por ciento de los linfomas no Hodgkin y que, aunque con baja prevalencia, es agresivo y de mal pronóstico.
Este tipo de cáncer constituye un
grupo heterogéneo de patologías de clasificación compleja y una gran diversidad clínica (con 20 subtipos distintos) y molecular. Esto, sumado a la limitada experiencia en torno a estos tumores, dificulta su diagnóstico, en el que han de estar implicados
hematopatólogos y anatomopatólogos.
Diagnóstico del linfoma T periférico
En esta línea, las conclusiones del estudio REAL-T destacan la importancia de un abordaje multidisciplinar al realizar el
diagnóstico del linfoma T periférico. Sus autores también concluyen que es necesario dar con
nuevos tratamientos que mejoren la respuesta después del tratamiento en primera línea y afecten de manera positiva al pronóstico de estos pacientes.
Este trabajo analizó de forma retrospectiva los datos de
175 pacientes diagnosticados de linfomas de células T periféricos entre los años
2008 y 2013, en 13 centros españoles, con una mediana de edad de 67 años y un seguimiento aproximado de 42 meses.
Durante la realización de la investigación, y a partir de las muestras preservadas, un comité de expertos realizó una reclasificación de los
linfomas de células T periféricos siguiendo la clasificación de la OMS de 2016. En esta revisión, se modificó el diagnóstico del 32,6 por ciento de los
linfomas de células T periféricos, destacando aquellos no especificados que fueron menos frecuentes tras la revisión, al pasar de un 30 al 12 por ciento. Los
linfomas angioinmunoblásticos de células T aumentaron su incidencia de un 21 a un 44,6 por ciento.
Supervivencia libre de progresión
En cuanto al tratamiento, el más utilizado en primera línea fue el
Chop-Chop like, en el 69,7 por ciento de los pacientes, con una mediana de supervivencia libre de progresión de 7,9 meses, mientras que la
supervivencia global fue de 15,8 meses. 61 de 151 pacientes analizados (el 40 por ciento) lograron alcanzar una respuesta completa después del primer tratamiento, lo que se asoció con una mejor
supervivencia libre de progresión (de 62,6 meses a 7,1 meses) y una mejor supervivencia global (de 67 meses a 7,3 meses).
Otros factores predictivos de supervivencia, además de la respuesta completa tras el primer tratamiento, fue tener un
Índice Pronóstico Internacional (IPI) bajo o intermedio y valores de lactato deshidrogenasa (LDH) normales o bajos. De manera similar, en otro de los principales resultados obtenidos, se observó que todos los subtipos de
linfomas de células T periféricos expresaban CD30.
Enfermedades raras
“Desde Takeda hemos llevado a cabo este estudio con la finalidad de
mejorar el conocimiento que tenemos de estas enfermedades raras (linfomas T periféricos) para detectar necesidades médicas no cubiertas de los pacientes y contribuir al avance de la ciencia" señala
Andrea Naves, directora médica para la Unidad de Oncología de Takeda Iberia.
"Además, se trata del primer y único estudio retrospectivo de
Real Word Evidence español que recoge a este tipo de linfomas y hace una reclasificación diagnostica de los mismos, ya que los
linfomas T periféricos son muy difíciles de diagnosticar,” añade la misma.
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