El genérico urge culminar su reforma acuciado por una inflación del 20%

Encaminados pero estancados. Es la situación en la que se encuentran la reforma de la Ley de Garantías, el Plan Estratégico del Plan de la Industria y los reales decretos de los precios de referencia, algo que preocupa especialmente al genérico español que espera con anhelo las medidas que impulsen sus fármacos y les permitan salir del encallamiento en el que están desde hace años, que ha hecho que tratarse con un genérico sea "más barato que un café".

"Hemos avanzado bastante en estos proyectos, pero desde julio están parados por el momento político. Tenemos la esperanza de que se vuelvan a retomar las conversaciones una vez se establezca el nuevo gobierno. Es urgente para el genérico la aplicación de normas que mejoren nuestra cuota de mercado y salgamos del estancamiento en el que estamos desde hace siete años", explica Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, secretario general de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), en declaraciones a Redacción Médica.

Concretamente, el bajo precio y el impacto en coste de fabricación "tan alto" de estos productos ha hecho que los gastos de su elaboración aumenten un 20 por ciento, lo que hace cada día más insostenible el sistema. El 50 por ciento de los genéricos tienen un precio por debajo de 1,60 euros, que es el mínimo, por tanto, "el tratamiento con él es más económico que un café". Por ello, una de las reclamaciones que hacen al Ministerio de Sanidad es el incremento del precio del 20 por ciento en aquellos que están por debajo de esta cifra con el objetivo de "paliar el impacto en los costes de fabricación sobrevenidos". En este caso, las compañías por ley no pueden hacerlo.

No es la primera vez que Rodríguez de la Cuerda se muestra preocupado ante los sobrecostes que están soportando las compañías que se dedican al desarrollo de genéricos. Según detalla, estos medicamentos demostraron ser una "conquista social" al multiplicar el acceso del paciente, pero también una "herramienta de control de gasto" puesto que han supuesto un ahorro significativo al Sistema Nacional de Salud (SNS). Sin embargo, desde que en 2015 se eliminara la discriminación positiva que la ley del medicamento establecía con ellos, sufren un declive cada vez mayor.  Hay que tener en cuenta que en esta normativa, cuando un medicamento de marca y su genérico tenía el mismo precio, el farmacéutico tenía que priorizar vender la copia del original e incluso había incentivos para los profesionales.

"Creemos que el medicamento genérico está fuera del foco de atención de la Administración y está infravalorado. Si se retoman estas normativas, se volverán a reactivar estos fármacos y será parte de la solución para temas tan importantes como es asegurar el suministro de medicamentos", indican desde Aeseg.

Medidas progenéricos

Por lo tanto, Rodríguez de la Cuerda lo tiene claro: la reforma del Real Decreto del Sistema de Precios de Referencia tiene que amparar a los genéricos fijando unos criterios que les beneficien. Por ejemplo, que se revise el precio mínimo de manera anual teniendo en cuenta el Índice de Precios (IPC).

Por otro lado, piden un control en la bajada de precios de medicamentos de otras farmacéuticas. "Algunos proceden de compañías con una mínima infraestructura, con mínima aportación al Producto Interior Bruto (PIB), porque son fabricados fuera del entorno europeo y alteran el equilibrio actual de costes de fármacos. Con la normativa vigente, el Ministerio tiene que aceptar esta bajada, pero se está poniendo en riesgo otros productos y empresas", ha lamentado.

En palabras de Aeseg, la normativa actual hace que se encuentren en una "situación incómoda" para asegurar la fabricación de sus productos. Asimismo, en la reforma de la Ley de Garantías han presentado alegaciones referentes a la diferencia de precio entre el genérico y el producto de marca: "Pedimos que al menos para que durante un año tengamos un importe inferior y podamos coger cuota de participación de mercado. Ahora mismo esto no ocurre porque la ley nos obliga a ponernos al mismo precio". Todo ello se suma a las peticiones ya mencionadas como el incremento del precio mínimo y las preferencias de dispensación. Sin embargo, esta situación de 'stand by' parece que no cambiará mientras no haya un nuevo gobierno.