El
cáncer es la segunda causa de muerte en Europa, responsable del 23% de las muertes. Sin embargo, se espera que para 2035 alcance la primera posición. Y es que los casos de cáncer aumentaron casi un 60% entre 1995 y 2022, desde los 2,1 millones de casos a los 3,2 millones. Esto se debió en gran parte al envejecimiento de la población, aunque entre el 30 y 50% de los casos responden a
factores de riesgo evitables.
Este panorama procede del Informe comparativo sobre el cáncer en Europa 2025, elaborado por el
Instituto Sueco de Economía de la Salud (IHE) para la Federación de la Industria Farmacéutica Europea (
Efpia) desde hace dos décadas.
El documento refleja cómo los nuevos diagnósticos han aumentado casi un 60% en el período analizado (1995-2022), mientras que la mortalidad lo ha hecho un 9%. Además, el informe subraya cómo 12 países han conseguido
reducir el número de muertes por 100.000 habitantes, lo que supone un punto de inflexión en la lucha contra la enfermedad.
En España, la
ratio de supervivencia por cáncer a cinco años aumentó del 56 al 59% entre 2000 y 2020, según datos públicos recogidos en el informe. El trabajo compara los datos disponibles en 15 países (entre ellos España) con Suecia -el país con mejores tasas- para concluir que de alcanzarse las mismas, se podrían salvar 200.000 vidas al año sólo en dichos países.
Desde 1995, la
Agencia Europea del Medicamento ha aprobado 194 nuevos fármacos y ha autorizado nuevas indicaciones para más de 300 medicamentos previamente aprobados. Una innovación cuya llegada, además, se ha acelerado en los últimos años, gracias a la medicina personalizada o los diagnósticos moleculares. Por ejemplo, la supervivencia a cinco años en
mieloma múltiple pasó del 30% en la década de 1990 al 60% en 2020, lo que supone haber
salvado cerca de 13.000 vidas.
Además de los medicamentos aprobados, los
ensayos clínicos en Oncología concentran el 29% de todos los iniciados en 2023 a nivel mundial (en nuestro país fueron el 37% de los puestos en marcha en 2024).
En cuanto a la inversión, el informe destaca que, aunque la inversión directa en cáncer ha aumentado casi al doble entre 1995 y 2023,
los costes indirectos (en hospitalizaciones, discapacidad u otros) han disminuido, y que además la cuantía respecto a la inversión sanitaria global se ha mantenido estable en torno al 6-7%. En este sentido, esta proporción es muy inferior al impacto de la enfermedad, que
provoca el 23% de las muertes y el 17% de los años de vida perdidos o vividos con discapacidad.
Foco en la desigualdad
La
lucha contra el cáncer en Europa presenta fuertes desigualdades en los países, tanto en la investigación como en la inversión y el acceso a los nuevos medicamentos. El documento incide en las barreras estructurales que limitan el
acceso equitativo a los medicamentos oncológicos, incluyendo los procesos nacionales de fijación de precios y reembolso, la insuficiencia de los presupuestos sanitarios y las carencias en infraestructuras y organización del sistema de salud.
Según el último informe Indicadores de
Acceso a Terapias Innovadoras (W.A.I.T) de 2024, en España estaban disponibles a enero de 2024 el 60% de los fármacos oncológicos aprobados entre 2019 y 2022, con una media en la UE-27 del 67% y disparidades que van del 96% en Dinamarca a menos del 20% en
Estonia, Eslovaquia o Rumanía.
Las
desigualdades en inversión también son patentes, con cantidades per cápita que varían entre los 100 euros de Hungría a los
más de 600 de Suiza. En España el coste se sitúa por debajo de los 200 euros, mientras que la media de la UE-27 está
cerca de los 300 euros, según datos nacionales recogidos por el IHE.
Tras el análisis, el informe pone el foco en la necesidad de políticas que favorezcan la equidad en el tratamiento de esta enfermedad tan relevante para Europa. Invertir en investigación e innovación, garantizar el acceso equitativo a los tratamientos y herramientas diagnósticas, aprovechar el
potencial de los datos de vida real y aplicar evaluaciones de tecnologías sanitarias de manera coherente son medidas clave para mejorar los resultados en cáncer y reducir las desigualdades.
Es importante recordar que los fármacos frente al cáncer tienen un impacto directo en la reducción de la mortalidad. Según un reciente estudio sobre innovación en cáncer y mortalidad en España, realizado por el profesor
Frank R. Lichtenberg, de la Universidad de Columbia (EEUU), los nuevos tratamientos contra el cáncer lograron reducir casi un 30% las muertes por cáncer en España en la última década.
En este contexto, el sector farmacéutico sigue comprometido con el desarrollo de nuevas terapias y con la colaboración con las administraciones para mejorar el acceso a la innovación. Para ello, es fundamental seguir impulsando la inversión en I+D,
mejorar la evaluación del valor de los medicamentos y reforzar las políticas de acceso, asegurando que los beneficios de la investigación se traduzcan en
mejoras reales para los pacientes.
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