La investigación biomédica, así como la actuación clínica, deben centrarse, entre otras cuestiones, en la
identificación de las mutaciones que un cáncer tiene. Ese es uno de los objetivos actuales de la Medicina española, tal y como ha puesto de relieve
Alberto Muñoz, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (
CSIC) y presidente de la Fundación de Investigación de HM Hospitales. Así, se podría intervenir en el tratamiento de un tumor de forma más específica, tal y como ha recalcado el experto.
“Es importante distinguir en cada tipo de cáncer
cuáles son las mutaciones claves de las secundarias para estudiar cómo inhibir sus efectos sobre las células”, explica Muñoz. Y es que, concretamente, estas alteraciones son distintas en las diferentes zonas del tumor, por lo que saber cuáles son las vías de señalización del cáncer es crucial, según afirma el facultativo. Para ello, centrar la acción médica en la mutación correcta puede hacer
desaparecer la enfermedad, tal y como concreta Muñoz: “A pesar de que los tumores tengan centenares de mutaciones,
inhibir en una sola mutación funciona. Puede disminuir su tamaño. Hay unos genes que son esenciales, que si vas a por ellas te 'cargas' el tumor. Es decir, que, si un tumor tiene 248 mutaciones, alterando una puedes tener un efecto en el paciente”.
Tener bajo la ‘lupa’ estas alteraciones es capital para el especialista, pues el nivel de expresión de la patología debe ser una de las prioridades de la
actividad investigadora. “Esto también contribuye al cáncer y puede explicar aquellos tumores en los que no encontramos alteraciones”, subraya Muñoz. “¿El cáncer se va a curar? No lo creo. ¿Se va a cronificar? Lo espero”, añade, incidiendo en la importancia de actuar de manera directa en el tumor. Dicha valoración la ha realizado en el acto que PharmaMar que ha llevado a cabo en un hotel madrileño junto con la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (
ANIS), en el que
José María Fernández, presidente de la Fundación PharmaMar, ha señalado que el trabajo de la institución que preside es contribuir al bienestar de la sociedad: "Nuestra meta es mejorar la calidad de vida de las personas a través de proyectos en divulgación científica, investigación, reconocimiento a investigadores destacados y apoyo a otras iniciativas formativas".
CAR-T, opción futurible para tumores sólidos
“La metástasis es la causa del más del
90 por ciento de las muertes por tumores sólidos”, expone Muñoz, que, ante la incidencia de los cánceres, ha repasado varias
técnicas terapéuticas para hacer frente a estas enfermedades. Entre ellas se encuentra la
técnica CAR-T, una terapia que consiste en generar
linfocitos T, que son los principales de destruir células tumorales del cuerpo humano.
Actualmente hay CAR-T de segunda, tercera y cuarta generación. Las de
quinta generación están en vía de estudio y análisis, que tratarán de potenciar “mucho más” la interacción entre los linfocitos T y las células tumorales para “aumentar” las actividades entre ambos, para que los linfocitos t deshagan la
célula cancerosa. “
Las CAR-T hoy por hoy están funcionando contra linfomas y leucemias B, sobre todo en pediátricas. Todavía no hemos encontrado ese receptor que active al linfocito T precisamente. De momento,
no hay CAR-T contra tumores sólidos”, señala Muñoz. El problema, a ojos del facultativo, es que tiene que “penetrar en el tumor”.
Y concretamente, para el sólido, por ahora no hay nada. “Va a costar”, recalca el especialista. El coste y la toxicidad son dos de las limitaciones extra que tiene esta terapia, en el que el sector sanitario pone sus esperanzas para tratar de actuar de manera fehaciente sobre los cánceres.
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