Mucho se ha hablado en los últimos años de
los riesgos que implica el cambio de biológico de marca a biosimilar cuando un paciente ha iniciado un tratamiento. Se trata de un asunto controvertido, debido a la especial naturaleza de este tipo de fármacos, cuya composición molecular, al estar fabricados con organismos vivos, puede diferir incluso entre unidades de un mismo producto.
Sin embargo,
un nuevo estudio quita fuego a esta cuestión y asegura que el intercambio entre el biológico de referencia y su biosimilar (una operación cuyo nombre técnico es el de
switching)
no reduce la eficacia del tratamiento ni aumenta los riesgos de la terapia de un paciente.
No se hallaron "diferencias significativas" entre pacientes tratados con biológicos de referencia y biosimilares
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La investigación se ha publicado en la revista científica
Drugs y ha consistido en un
metaanálisis de 90 estudios publicados desde 1993 hasta junio de 2017 que involucraban a unos 14.225 pacientes tratados con siete entidades moleculares diferentes en 14 indicaciones en las que se producía el fenómeno del
switching.
Entre los medicamentos intercambiados (siempre bajo el asesoramiento de un profesional sanitario) están los muy conocidos infliximab, etanercept o adalimumab, y las áreas en las que los intercambios fueron más numerosos fueron las de
artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal y psoriasis en placas.
No peligroso
“Los datos demuestran que el intercambio entre un biológico de referencia y su biosimilar no es inherentemente peligroso, y pacientes, profesionales del sistema sanitario y el público no deberían asumir que es peligroso”, indica el estudio en sus conclusiones, que destacan que
no se hallaron “diferencias significativas” de seguridad y eficacia entre pacientes que pasaron a ser tratados con biosimilares y los que continuaron con el medicamento original.
En cualquier caso, el estudio destaca que sigue siendo fundamental
mantener e impulsar la farmacovigilancia de estos productos por los cambios que se pueden generar en su producción. De ahí que, a pesar de que el intercambio sea seguro,
es necesario monitorizar la aparición de posibles efectos secundarios o de problemas de eficacia no esperados.
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