La
Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) ha exigido a
Grifols la venta de parte de sus
activos en el país para evitar un posible
monopolio sobre los centros de
donación de sangre, donde el laboratorio obtiene
plasma para la fabricación de sus medicamentos.
Según la
nota de la FTC, la farmacéutica española tendrá que deshacerse de las
clínicas que posee en Lincoln (Nebraska), Augusta (Georgia) y Youngstown (Ohio).
Adquisición de Biotest
Grifols y Biotest eran los únicos laboratorios que operaban la recolección de plasma en esas ciudades
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La alarma de monopolio saltó cuando
Grifols adquirió Biotest US, laboratorio con sede en Florida que, junto con el español, eran las únicas compañías que operaban la recolección de plasma en los centros de estas ciudades.
Así, los activos tendrán que venderse a KedPlasma, subsidiaria de Kedrion Biopharma, el quinto productor de proteínas plasmáticas más grande del mundo.
Si no se pone solución a esta situación, además, la adquisición de Biotest US también perjudicaría el mercado de
inmunoglobulinas de hepatitis B, compuesto de las vacunas para prevenir la enfermedad.
Grifols y ADMA Biologics
Y es que Biotest era
dueña del 41 por ciento de ADMA Biologics, el mayor fabricante de estos compuestos en EEUU. Con su adquisición por parte de Grifols, Biotest traspasó la propiedad a The Biotest Divestiture Trust, de la que era subsidiaria.
En el acuerdo con Grifols, esta se comprometía
no extender su interés en ADMA ni tratar de obtener representación en el consejo de administración de la empresa.
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