El 'sí' definitivo del
Congreso de los Diputados para regular el uso
medicinal del cannabis abre la vía para introducir en el
mercado farmacéutico español medicamentos de este tipo. Su control recae en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), que ya se está preparando para ello a través de un doble eje: por un lado, la adaptación normativa y, por otro, la
evaluación posterior.
Y es que la
Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso aprobó el lunes el dictamen de la subcomisión de cannabis medicinal, que da el aval a la regulación de esta sustancia con
fines terapéuticos. El informe recoge que en un plazo de seis meses la Aemps recogerá las recomendaciones para que "tengan encaje en la normativa y sean viables, permitiendo la disponibilidad en el mercado farmacéutico de extractos o
preparados estandarizados del cannabis".
De forma que la agencia española de medicamentos tiene hasta diciembre para analizar cómo las recomendaciones incluidas en el informe pueden tener
encaje en la normativa y
procurar su viabilidad.
A pesar de que todavía es pronto para saber cómo se va a realizar esta labor para encajar esta novedad en el mercado farmacéutico, la Aemps ha explicado a
Redacción Médica que el
objetivo está claro: "En general, tanto en la adaptación normativa necesaria como en el trabajo de evaluación posterior, el reto será el mismo que con cualquier otro medicamento: garantizar la
seguridad, calidad y eficacia".
Cannabis medicinal en España: novedades
Una de las novedades más importantes en las conclusiones de la subcomisión es que se abre la puerta a la dispensación del cannabis medicinal en
farmacias comunitarias, tal y como reclamaban, por ejemplo, desde
Unidas Podemos y más grupos de la izquierda.
El texto final establece que la distribución será con
fórmulas magistrales con extractos o preparados estandarizados de cannabis, que deberían entregarse "a partir de la red de farmacias del sistema de salud, con preferencia en las farmacias hospitalarias y explorando la alternativa de las farmacias comunitarias que puedan reunir los requisitos".
La lista de indicaciones para las que se avala el uso del cannabis terapéutico está compuesta por "la espasticidad en pacientes con
esclerosis múltiple, algunas formas de epilepsia, náuseas y vómitos derivados de la quimioterapia,
endometriosis, dolor oncológico y el dolor crónico no oncológico (incluido el dolor neuropático)".
La prescripción se debería realizar "exclusivamente" por
profesionales sanitarios "en un contexto libre de potenciales conflictos de interés, como el que ofrecen los servicios sanitarios", y "preferentemente" por
médicos especialistas.
El informe también aconseja la puesta en marcha de un
registro centralizado de los pacientes a los que se prescriben y dispensan fórmulas magistrales con extractos o preparados estandarizados de cannabis a partir de los registros de cada servicio autonómico de salud.
Por último, la comisión ha recomendado que se
evalúe periódicamente el uso terapéutico del cannabis y los datos de consumo en la población. Por ejemplo, la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso debería realizar anualmente una sesión centrada en este tema durante los próximos diez años para valorar la situación y su evolución. Igualmente, tanto la Aemps como el
Plan Nacional sobre Drogas tendrían que hacer un
informe anual.
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