El reconocimiento de la
genética clínica como especialidad sanitaria; la necesidad de avanzar en una estrategia nacional que permita armonizar los avances alcanzados en cada comunidad autónoma para
reducir la inequidad y la desigualdad en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades raras; la necesidad de trabajar más con datos así como su gestión coordinada a nivel nacional han sido algunas de las principales conclusiones obtenidas durante la
Jornada de concienciación sobre la necesidad de acelerar y mejorar el acceso de los pacientes al diagnóstico de Enfermedades Raras, organizada por Ipsen y BioInnova Consulting. El encuentro, celebrado en el
Hospital de Emergencias Isabel Zendal, en Madrid, y retransmitido en
streaming, ha contado con la participación de representantes del ámbito institucional, clínico y tecnológico.
Aurora Berra de Unamuno, directora General de Ipsen Pharma, inauguró la jornada junto con
José Luis Poveda, jefe de Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia. En su intervención, la directora general de
Ipsen Pharma, ha recordado que, aunque ya hay en marcha diversas iniciativas para
mejora el diagnóstico precoz, “aún hoy, un paciente con una enfermedad rara espera en nuestro país una media de 4 años hasta obtener un diagnóstico, y en el 20 por ciento de los casos, transcurren 10 o más años hasta lograr el adecuado”. En este sentido, Poveda ha subrayado “la importancia de que estos pacientes sean atendidos de una
forma multidisciplinar”, para que tengan la posibilidad de recibir un buen tratamiento.
En la primera mesa, se ha abordado la
situación actual en los servicios regionales de salud, de la mano de los directores generales de asistencia sanitaria de Galicia y de Extremadura,
Jorge Aboal y
Vicente Alonso, respectivamente. Durante su participación, Aboal ha expuesto la línea de trabajo seguida en la región y plasmada en la Estrategia Gallega de Enfermedades Raras. Antes del Plan Estratégico, ha destacado, “ya había iniciativas muy importantes como la Orden que regula el Registro de Enfermedades Raras de Galicia y que utiliza una
plataforma de big data o la creación de una
Comisión Central Multidisciplinar de Enfermedades Raras”. Otro aspecto importante del plan gallego, “es la accesibilidad a los fármacos, para lo que Galicia cuenta con un circuito de software digital que permite solicitar su uso inmediatamente después de ser aprobados por la
Agencia Europea de Medicamentos (EMA, según sus siglas en inglés)”.
Por su parte, Vicente Alonso, ha explicado algunas iniciativas llevadas a cabo en su comunidad para
mejorar la atención a los pacientes con enfermedades raras, como el Sistema de Información sobre Enfermedades Raras de Extremadura o el Plan Integral de Enfermedades Raras de Extremadura (2019-2023). Además, ha hablado del
Proceso Asistencial Integrado (PAI) en Enfermedades Raras, de reciente creación, que tiene como objetivo
mejorar la comunicación entre entornos sanitarios para facilitar la continuidad asistencial, así como de la puesta en marcha de la Unidad Multidisciplinar de Enfermedades Raras.
España, único en Europa sin genética clínica como especialidad
La segunda mesa, centrada en los avances en el diagnóstico de las enfermedades poco frecuentes, ha estado moderada por
Josep Torrent- Farnell, médico adjunto y coordinador de enfermedades minoritarias y medicamentos huérfanos del Servicio de Farmacología Clínica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, quien ha coincidido con el resto de ponentes de la mesa en destacar que “España es el único país de Europa y del mundo desarrollado que no ha reconocido la genética clínica como especialidad sanitaria, lo que
ha provocado una implementación y un desarrollo muy desigual de estos servicios en el sistema sanitario español”.
En esta misma línea,
Encarnación Guillén, presidenta de la Asociación Española de Genética Humana (AEGH), ha puntualizado que “el Ministerio de Sanidad tiene la solución a este problema, que pasa por
aprobar esta especialidad de manera urgente, como vienen demandando la Sociedad Española de Genética Humana y FEDER desde hace años”. “Es importante contar con una estrategia coordinada que se acompañe de unos planes de financiación adecuados con sistemas de evaluación que nos permitan
monitorizar el grado de cumplimiento de forma homogénea para todos los pacientes. El acceso a los tratamientos no puede depender del código postal del paciente”, ha añadido.
Pablo Daniel Lapunzina, director Científico del Ciberer, ha puesto de manifiesto que una de las barreras que se puede encontrar es la desarticulación del sistema sanitario por el
fraccionamiento de la estructura administrativa a nivel nacional, y ha señalado al Ciberer como “el instrumento ideal para crear esa red tan necesaria que podrían aprovechar las instituciones asistenciales”.
En esta segunda mesa, también ha intervenido
María Luz Couce, jefa de Servicio de Neonatología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), que ha subrayado “la importancia de formar e informar a los médicos de familia en enfermedades raras, porque si no conocen las enfermedades raras, no las pueden reconocer. Además, una vez que se haya hecho el diagnóstico, realizar un
buen seguimiento, a través de las unidades multifuncionales (como la que hay en Galicia), es clave para lograr el mejor tratamiento de estas enfermedades”.
También ha incidido en la necesidad de
ampliar a más entidades el cribado neonatal y fomentar los cribados selectivos. “Además, en el ámbito del cribado neonatal, el sistema actual es muy rígido. Evaluamos protocolos, entidad por entidad, cumpliendo con todos los requisitos éticos, pero es muy importante
adecuar este sistema a la velocidad con la que avanza la ciencia para no quedarnos atrás, y apoyar a la genética con la clínica”, ha añadido.
Falta de tiempo y datos, hándicaps de los médicos en tecnología
Juan Carrión, presidente de Feder y moderador de la última mesa centrada en cómo aprovechar la tecnología para mejorar el diagnóstico de pacientes con enfermedades raras, también ha insistido en que “todavía tenemos un
largo recorrido para evitar la inequidad existente en el cribado neonatal entre comunidades autónomas”.
En cuanto al papel de la tecnología,
Joaquín Dopazo, director de bioinformática de la Fundación Progreso y Salud de la Junta de Andalucía, ha señalado que “la secuenciación genómica ha permitido hacer diagnósticos de manera más precisa; hoy las barreras ya
no son una cuestión de precio sino un problema de gestión de datos”. Aún hay mucho que avanzar, porque “debemos hacer secuenciación, para poder utilizar todos los datos que acumulamos de nuestros pacientes en su beneficio”.
En esta última parte del debate,
Julián Isla, ingeniero de software y padre de un niño con una enfermedad rara, y
Francesc Cayuela, presidente de la Federació Catalana de Malalties Minoritàries (Fecamm), han coincido en destacar que dos de las barreras que han encontrado para el
uso de la tecnología en las enfermedades raras son que los profesionales médicos
no tienen tiempo para implicarse en otras herramientas para utilizar en la práctica clínica, y que en España existe
una falta de datos importante para poder programar y entrenar las tecnologías y, por tanto, automatizar el proceso de diagnóstico.
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