El
nadador y dos veces campeón del mundo de natación David Meca ha compartido su experiencia como
paciente asmático para concienciar sobre la importancia de
mantener un control adecuado de esta enfermedad crónica que no impide alcanzar todos los objetivos imaginables y alentar a los pacientes asmáticos a que acudan a su médico si sienten que no tienen su asma controlada.
En un testimonio cargado de emoción y aprendizaje enmarcado en la
campaña ‘Inspiradores del Cambio’ impulsada por Bial, Meca relata un episodio que marcó su carrera deportiva y su vida personal. "Recuerdo que estaba en la piscina con mi entrenador, preparando el Campeonato del Mundo de 2005 en Montreal. Y de repente,
me empiezo a quedar sin aire y sentir que me ahogo", comparte el deportista.
Este episodio, explica,
ocurrió por haber dejado de usar su inhalador regularmente,
recurriendo a él únicamente durante los ataques.
"Es una situación frustrante porque te sientes limitado o impotente, y sientes que tus objetivos corren peligro. En la vida de un deportista, cada respiración cuenta", añade. Y es que su historia refleja la realidad de millones de personas con asma, una enfermedad que afecta a cerca de
300 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
Más del 50% de los pacientes no tienen buen control del asma
A pesar de la disponibilidad de tratamientos eficaces, los datos indican que más del 50% de los pacientes asmáticos no logran un buen control de la enfermedad. Esto no solo repercute en su calidad de vida, sino que aumenta significativamente el riesgo de exacerbaciones graves, hospitalizaciones e incluso mortalidad.
La falta de adherencia al tratamiento diario, el uso inadecuado de los inhaladores y el desconocimiento de la importancia del control regular son algunos de los factores que perpetúan esta problemática.
En este sentido, David Meca enfatiza en la campaña impulsada por Bial la necesidad de utilizar el inhalador de forma constante, no solo para un alivio de los síntomas en caso de crisis, sino como parte de una estrategia diaria de manejo de la patología. "Con el asma, al igual que con el deporte,
lo más importante es la constancia. Cuidar tu asma en el día a día y mantenerla correctamente controlada
va a hacer que después tengas menos ataques. Eso forma parte de lo que te acerca a tus objetivos", afirma.
Obviamente, este compromiso no solo es crucial para deportistas de alto rendimiento como Meca, sino para cualquier paciente asmático. Y es que, según las guías internacionales,
un asma bien controlada no debería interferir en la calidad de vida ni en las actividades cotidianas del paciente.
La clave está en la colaboración multidisciplinar y la concienciación
Es por ello que
Bial apuesta por cambiar esta realidad, para lo cual es esencial promover un enfoque colaborativo en el manejo del asma,
involucrando a médicos, enfermeros, farmacéuticos, sociedades científicas y asociaciones de pacientes. Este modelo integral no solo mejora los resultados clínicos, sino que también potencia la educación del paciente, un pilar fundamental en el control del asma.
"Quiero pensar que mi lucha no es solo mía, que también puede inspirar un cambio para los demás", señala Meca, haciendo hincapié en la importancia de compartir experiencias para romper barreras y estigmas asociados con el asma. Su mensaje va dirigido tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios, animando a trabajar juntos para garantizar un manejo más efectivo.
El papel del paciente es clave en este proceso.
La autoevaluación regular del control del asma, el seguimiento de los síntomas y la comunicación activa con los profesionales de la salud son pasos fundamentales para mantener un buen control del asma y reducir las consecuencias clínicas que conlleva su mal control.
Si un paciente siente que no tiene su asma bajo control (por ejemplo, si necesita usar su inhalador de rescate más de dos veces por semana o experimenta limitaciones en sus actividades) debe acudir a su médico para ajustar el tratamiento.
Libertad para respirar: el objetivo final
Para Meca, mantener el asma bajo control significa más que evitar crisis: es sinónimo de libertad.
"Lo que siento cuando sé que tengo el asma bajo control es calma. Porque al final no es solo cuestión de salud, es cuestión de libertad, la libertad de respirar tranquilo", concluye.
Su testimonio pone de relieve
una realidad que también apoya Bial: que el manejo adecuado del asma no solo mejora los resultados clínicos, sino que también impacta en el bienestar emocional y psicológico de los pacientes. La constancia y la educación son herramientas poderosas para alcanzar esa libertad, tanto en el deporte como en la vida diaria.
En un momento en el que el control del asma sigue siendo un desafío global,
historias impulsadas por Bial a través de su campaña 'Inspiradores del Cambio' como la de David Meca recuerdan que cada respiración cuenta y que, con el compromiso adecuado, es posible transformar el asma en un aliado más que en un obstáculo.
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