La
enfermedad de Crohn, enfermedad inflamatoria intestinal crónica, puede afectar a cualquier parte del tracto gastrointestinal. Una de sus manifestaciones más comunes son las
fístulas perianales, que pueden afectar entre al 15 y 50 por ciento de los pacientes.
Alofisel (darvadstrocel) es un medicamento indicado paran el tratamiento de estas fístulas, cuando alcanzan cierto nivel de complejidad, en pacientes adultos. El tratamiento de estas fístulas, en general, es complejo, pues requiere un abordaje multidisciplinar en el que es esencial la coordinación entre el equipo quirúrgico, el equipo clínico y el servicio de radiología. Así, darvadstrocel se indica para pacientes que han presentado una respuesta inadecuada a, como mínimo, un tratamiento convencional o biológico de las fístulas.
El objetivo de este tratamiento es lograr la
remisión de la fístula, definida como "el cierre completo de todos los orificios externos y la ausencia de abscesos".
Sanidad ha publicado un informe que refleja que, tras doce meses de uso de este tratamiento, los pacientes tratados con el muestran
remisión combinada de las fístulas en el 75 por ciento de casos. En el estudio han participado 78 pacientes con fístulas perianales complejas en enfermedad de Crohn para ser tratados con darvadstrocel. Son en un 47,4 por ciento varones y en un 52,6 por ciento mujeres. Los pacientes presentan una media de edad de 41,93 años.
De los 78 pacientes, solo en 56 se registró el inicio del tratamiento. De estos, fueron 12 (un 21 por ciento) los que mantienen el tratamiento después de un año entero. Entre estos pacientes que han mantenido el tratamiento, un sólido 75 por ciento mantiene el cierre clínico de las fístulas tratadas y la
ausencia de abscesos de menos de dos centímetros. Todavía no se tienen datos de los resultados tras 24 meses de la aplicación del tratamiento.
Otros abordajes de las fístulas perianales
El abordaje terapéutico de las fístulas perianales incluye
medidas quirúrgicas y farmacológicas. El tratamiento quirúrgico consiste en el drenaje de los abscesos y la colocación de sedales, según los síntomas y la complejidad de las fístulas.
En el informe se explica que la
fistulectomía y la fistulotomía solo se realizan de forma muy selectiva, debido al riesgo de incontinencia. "Los estomas derivativos así como la proctectomía pueden ser necesarios en casos graves refractarios al tratamiento farmacológico", se indica. El tratamiento farmacológico, por su parte, incluye antibióticos, inmunosupresores, y anti-TNF.
Para evaluar la respuesta al tratamiento farmacológico o quirúrgico en la práctica clínica, se recomienda la evaluación clínica (ausencia de drenaje y cierre completo del orificio fistuloso externo) y por imagen. La resonancia magnética constituye la técnica de imagen de elección para delimitar la topografía, extensión, y posibles colecciones.
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