A medidos del 2020
Rusia se convertía en el primer país del mundo en desarrollar una vacuna contra el Covid-19: la
Sputnik V. En la actualidad, la vacuna ya ya se ha registrado en 16 países —Bielorrusia, Serbia, Argentina, Bolivia, Argelia, Palestina, Venezuela, Paraguay, Turkmenistán, Hungría, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Guinea-Conakri, Túnez y Armenia-, según el Fondo Ruso de Inversión Directa, y muestra
una eficacia del 91,6 por ciento contra el coronavirus.
Un reciente
estudio publicado en la revista científica The Lancet y realizado por científicos del Instituto Gamaleya, en Moscú, indica que esta vacuna, al igual que la Pfizer o Moderna,
se administra en dos dosis. En ensayos clínicos en fase 1 y 2, Sputnik V ha mostrado “un buen perfil de seguridad e indujo fuertes respuestas inmunes humorales y celulares”, según la propia investigación.
El informe sugiere que
la eficacia de la vacuna se mantiene de manera similar en las personas mayores de 60 años. Además, en líneas generales, no se han detectado efectos adversos graves, aunque sí algunos menos relevantes como la fiebre o cansancio.
Antígenos suministrados por vectores adenovirales
Se sabe que los antígenos suministrados por los
vectores adenovirales de esta vacuna “inducen inmunidad tanto celular como humoral después de una única inmunización”, lo que permite su uso como herramienta de profilaxis de emergencia en una pandemia como la actual. Además, el uso de dos inmunizaciones proporciona “una respuesta inmunitaria duradera”.
Por eso, el estudio destaca que estas características hacen que las vacunas recombinantes basadas en adenovirus de replicación deficiente (rAd), como la Sputnik V, “sean
candidatas adecuadas para los perfiles de productos objetivo de la OMS para la protección a largo plazo de personas con alto riesgo de Covid-19 en entornos de brotes porque estimulan el inicio rápido de la inmunidad protectora”.
El objetivo es que participen 40.000 personas en la investigación
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No obstante, los científicos advierten de que “los vectores adenovirales pueden inducir
respuestas inmunes contra los componentes del vector y atenuar las respuestas inducidas por antígenos, la vacunación heteróloga de cebado y refuerzo con dos vectores diferentes permite minimizar este efecto”.
Por lo tanto, el enfoque más eficaz para generar una
respuesta inmune potente y duradera que no depende de la presencia de una respuesta inmune preexistente al vector “es el enfoque de vacunación heteróloga ‘prime-boost’”.
Para la realización de los ensayos, el 75 por ciento de los 20.000 participantes en el ensayo recibieron dos dosis de la vacuna real, mientras que el resto recibió dos pinchazos de agua salina que funciona a modo de placebo. Los científicos detectaron 16 personas con covid sintomática entre los vacunados (el 0,1 por ciento) y 62 casos entre los no vacunados (1,3 pro ciento), lo que equivale a una eficacia del 92 por ciento.
El objetivo del Instituto Gamaleya es que, en total, participen 40.000 personas en la investigación.
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