“Al principio el desconocimiento es total. Eres consciente de que
cualquier cosa que antes no te afectaba ahora te hace más vulnerable. Quieres llevar una vida normal, pero si sigues tu rutina anterior, vas a tener más problemas.
Cuesta mucho resituarte y no entiendes nada. Es lo mismo que le ha pasado a la población mundial con la pandemia; en ese sentido, llevamos ventaja”. Así describe
Víctor Rodríguez, paciente oncohematológico y miembro fundador de la Fundación Más que ideas, la adaptación necesaria para él y para todas las personas en su situación cuando se enfrentan al tratamiento frente a su enfermedad.
GSK ha dedicado una nueva sesión virtual de sus encuentros a la protección del sistema inmune durante y después del cáncer
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La inmunosupresión que conllevan puede hacer que el sistema inmunitario sea menos capaz de combatir infecciones y verse debilitado. Este riesgo es una preocupación constante que se ha visto agravada por la pandemia del SARS-CoV-2. Por ello, GSK ha dedicado una nueva sesión virtual de sus encuentros ‘Closer meetings. Conectando experiencias en Oncología’ a la protección del sistema inmune durante y después del cáncer.
Moderado por el periodista especializado en salud Juan Pablo Ramírez, el evento se ha convertido en un punto de encuentro en el que dos pacientes y Pilar Arrazola, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, han compartido
su experiencia en una conversación viva sobre Oncología y protección del sistema inmune, con la pandemia como telón de fondo.
Arrazola ha detallado
el reto al que se enfrentan los pacientes oncológicos frente a las infecciones. “Las personas con cáncer pueden presentar inmunosupresión como resultado de su enfermedad subyacente y/o por los tratamientos (quimioterapia, radioterapia, cirugía, trasplante de células madre o de médula ósea o esteroides). Esta situación puede durar incluso hasta unos meses después de la suspensión del tratamiento”.
En este período, los pacientes inmunocomprometidos “tienen un mayor riesgo de infecciones oportunistas y no oportunistas que, además pueden ser más graves o cursar con más complicaciones”, ha explicado, para añadir que “las complicaciones infecciosas constituyen una de las causas más importantes de morbilidad y mortalidad en los pacientes oncológicos”. Además, ha afirmado que “de manera indirecta la infección puede afectar a la eficacia de la terapia oncológica por necesidad de interrumpir el tratamiento o retrasar una cirugía”.
Paralelismos entre el Covid-19 y el cáncer
Durante la charla han surgido
paralelismos entre la situación actual generada por el nuevo coronavirus y la etapa de tratamiento en la que los pacientes participantes tuvieron que protegerse de manera especial. “El uso de mascarillas, tener más cuidado con la higiene de manos y con las medidas de higiene en general y evitar espacios cerrados era lo habitual. Casi se agradece que ahora sea algo evidente”, ha comentado Víctor Rodríguez. “He visto en mi entorno que esa nueva gestión de la vida que nosotros hicimos hace años a mucha gente le está costando. En definitiva, es ser consciente de que un virus te puede matar”.
Virgilio Chamorro, el otro paciente oncohematológico que ha participado en el encuentro, fue muy consciente de este peligro cuando fue sometido a un trasplante de médula ósea a los 56 años.
El tratamiento posterior “conlleva mucha quimioterapia, mucho tiempo de hospitalización, pérdida de peso…”, ha recordado. Además, sufrió “lo que se denomina efecto injerto frente a huésped”. Terminado el tratamiento y, “al margen de una serie de problemas asociados, hoy las secuelas están pasadas y vivo una vida relativamente normal”, ha explicado. Pero esta “vuelta a la normalidad” supone una adaptación constante.
En primer lugar, con
hábitos de vida saludable. “Lo que realmente te dicen, es que hagas vida normal, pero siempre incluyendo una alimentación sana, reducir el consumo de alcohol, no fumar, practicar deporte…”, ha señalado Chamorro. “Es algo que está en nuestra mano, otros factores no los podemos controlar”, ha apuntado Rodríguez.
Revisar el calendario de vacunación
Además de estos hábitos, los pacientes inmunosuprimidos vuelven a descubrir la importancia de la prevención de enfermedades infecciosas mediante la vacunación. “En general,
los pacientes con enfermedades oncológicas deben completar los programas de vacunación recomendados para la población general (esto es especialmente relevante para la población infantil) y recibir además vacunas específicamente recomendadas por su patología de base y tratamiento oncológico”, comenta Arrazola.
Los pacientes con cáncer deben completar los programas de vacunación recomendados para la población general
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“A medida que mejoras se revisan tus antecedentes vacunales. En algunos casos te van poniendo incluso las vacunas de un niño pequeño”, comenta Virgilio Chamorro.
“Yo tengo 46 años y llevo un calendario de vacunación de un niño de 10”, ha afirmado Víctor Rodríguez. “Al principio casi ninguno somos conscientes, pero luego te das cuenta de la importancia de las vacunas”, ha señalado. Algo que “ahora se está evidenciando más”.
Arrazola ha detallado que “La ausencia de un tratamiento realmente eficaz para gran cantidad de virus y el desarrollo de resistencias antimicrobianas de muchos microorganismos, hace que la vacunación deba ser considerada una medida fundamental”. “En general”, ha añadido, “deben completar los programas de vacunación recomendados para la población general (esto es especialmente relevante para la población infantil)
y recibir, además, vacunas específicamente recomendadas por su patología de base y tratamiento oncológico”.
En un contexto de inicio de la vacunación frente al Covid-19, cuando se está desarrollando la estrategia y priorizando grupos de población, el debate llega a los pacientes. Para Rodríguez, los pacientes oncológicos que han sido sometidos a inmunosupresión “somos mucho más vulnerables que la población general. por prevalencia y gravedad de las complicaciones los pacientes oncológicos deberían priorizarse”. Chamorro, por su parte, espera las indicaciones de los médicos que le tratan. “Tengo mucha confianza, porque me lo han demostrado”. A este respecto, Arrazola ha señalado que
“los pacientes oncológicos son más susceptibles a contraer la infección por coronavirus SARS-CoV-2 por las alteraciones en su sistema inmune”.
Otro de los asuntos tratados durante el encuentro virtual ha sido el papel de las asociaciones de pacientes. Los dos participantes, miembros de la Fundación Más que ideas, han señalado la importancia de estas entidades para acompañar antes, durante y después del tratamiento. “Las organizaciones de apoyo, asociaciones, fundaciones, podemos orientar en cuanto a necesidades y problemas de la persona. Además, podemos hacerlo de manera cercana y en un lenguaje comprensible”, ha explicado Rodríguez.
“
El médico te cuenta la evolución de la enfermedad desde un punto de vista muy técnico. Nosotros contamos la historia desde nuestra experiencia, y a algunos pacientes les llega mucho mejor”, ha apuntado Chamorro. En definitiva, “Las organizaciones de apoyo a pacientes son el puente entre el paciente y la comunidad científica”, ha indicado Rodríguez.
Tras la primera sesión, dedicada al cáncer y la maternidad, y este último encuentro sobre protección del sistema inmune, los próximos ‘Closer meetings’ estarán dedicados, entre otros temas, al cáncer en mayores de 65 años, el hábito tabáquico, el papel del cuidador o la salud mental después del diagnóstico.
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