Cantabria Labs está cambiando la sanidad de Malawi. Todo empezó cuando Cristina Galván, doctora y pionera del proyecto, viajó allí en 2015 con la ilusión de conseguir una
mejor salud dermatológica en una población que se ve afectada constantemente por enfermedades infecciosas como la sarna, el impétigo y la lepra o por tumores cutáneos avanzados en personas susceptibles, como los albinos. Fue entonces cuando nació el
proyecto DerMalawi con el apoyo de Cantabria Labs.
Lo importante, explica Galván, es facilitarles la
autosuficiencia a través de la formación. "Enseñar al personal sanitario local, que se enfrenta a diario con los enfermos, las habilidades necesarias para
diagnosticar y curar; la atención conjunta a pacientes, los talleres de formación y la red de teledermatología son parte de esta tarea formativa. Para teledermatología tenemos establecido un protocolo muy fácil de cumplimentar respondiendo a preguntas y siguiendo orientaciones sencillas. Con un entrenamiento muy corto son capaces de enviar cada caso y las fotos clínicas de forma que nos facilita
emitir un buen diagnóstico y los consejos adecuados de cuidados y prevención", indica.
Por el momento, la labor ha dado sus frutos. El protocolo de teledermatología fue merecedor hace unos días del
premio de Comunicaciones Libres por parte del Grupo de Epidemiología y Promoción de la Salud de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Asimismo, uno de sus
sanitarios locales colaboradores de DerMalawi desde su inicio, tras mucho esfuerzo compaginado sus estudios con el trabajo para mantener a su familia y con el apoyo financiero de Cantabria Labs, ha obtenido recientemente el diploma de Clinical Medicine, que le permite trabajar como medical assistant, una categoría a medio camino entre Medicina y Enfermería, algo que le permitirá tener
mejores condiciones laborales y de sueldo.
Galván: "El proyecto DerMalawi permite que los sanitarios locales mejores sus capacidades y se sientan más seguros al atender pacientes"
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"Siempre me enfoqué en empoderar a la gente de allí", dice Galván. Un proyecto en el que Cantabria Labs ha creído desde siempre
apoyándolo tanto a nivel económico como presencial y humano. "La compañía no solo nos ayuda con el proyecto de salud de la piel, también impulsa la
educación desde el colegio. La educación y la cultura son la base para avanzar", añade la doctora Galván.
"Cada vez tenemos más colaboradores que completan cursos promovidos por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos de cooperación. Les metemos el gusanillo en el cuerpo cuando trabajamos juntos. Los contenidos son excelentes y permiten que los sanitarios
mejoren sus capacidades y se sientan más seguros al atender pacientes. En ocasiones no es fácil estimularles, puesto que el beneficio para ellos, al no tratarse aún de formaciones regladas, es la satisfacción personal, pero no se traduce en una mejora del contrato, sueldo o currículum", añade la dermatóloga.
Momento de ceder el relevo de DerMalawi
Actualmente, Galván va a pasar el
relevo de DerMalawi a nuevas manos. "Este proyecto es como un hijo que ha sido número uno en notaría y ya vuela solo y acompañado de personas magníficas", afirma
Parte del éxito de DerMalawi, cree la dermatóloga, se debe a que "una compañía como Cantabria Labs ha valorado la importancia de la mejora educativa de la población y de ayudar enviando a sus farmacéuticos a
formar a los sanitarios locales para que sean capaces de fabricar los productos de aplicación tópica que necesitan, dando un paso más hacia su autosuficiencia". "Sin duda, su apoyo es imprescindible", termina Cristina Galván.
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