Bruselas se reserva el acceso a patentes sanitarias en futuras pandemias

La CE tendrá derecho a exigir derechos de propiedad intelectual en programas que haya financiado

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

07 dic 2022. 12.50H
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La Comisión Europea se ha reservado el derecho a acceder a las patentes de los productos sanitarios que haya ayudado a poner en el mercado en situaciones de emergencia como una pandemia. Tras la experiencia adquirida con el desarrollo de las vacunas durante la crisis del Covid-19, Bruselas se ha garantizado ahora que podrá contar con licencias sobre los derechos de propiedad intelectual e industrial de este tipo de contramedidas médicas siempre que haya aportado financiación para su puesta en marcha.

Se trata de una de las medidas que han quedado reflejadas en el Reglamento 2022-2372 de la Unión Europea dirigido a garantizar los suministros en crisis de la salud pública que afecten al conjunto del bloque comunitario. Aunque esta postura ya se aplicó con la entrada en escena del coronavirus, ahora estará vigente legalmente al menos hasta 2024 para cualquier nueva amenaza derivada de una enfermedad.

El objetivo de Bruselas es disponer de los “conocimientos técnicos” relacionados con el desarrollo de nuevos medicamentos o de vacunas en situaciones de emergencia para contar con una alternativa en caso de que el fabricante decida abandonar el proyecto o bien no cuente con medios para garantizar “su entrega oportuna y suficiente con arreglo a los términos del acuerdo celebrado”. En todo caso, este acceso a la información confidencial se realizará siempre en unas “condiciones justas y razonables”.


El Consejo de Crisis Sanitarias de la UE


Las patentes no son la única acción que Bruselas ha reforzado con su nuevo Reglamento. También se ha establecido la creación del Consejo de Crisis Sanitarias que contará con la representación de todos los estados miembros para abordar la coordinación y el intercambio de información para garantizar el suministro de medicamentos o productos sanitarios en el viejo continente ante una futura amenaza.

La nueva regulación también facilitará la creación de las reservas estratégicas sanitarias con el seguimiento de la oferta y la demanda de estos productos, el análisis de la capacidad de producción o la investigación de cualquier riesgo sobre la cadena de suministros. Mientras que los fabricantes deberán comunicar en un tiempo máximo de 5 días su capacidad de producción.

“En caso de que se active esta medida, la Comisión podrá elaborar y actualizar periódicamente, mediante un acto de ejecución, un inventario de la producción y de las instalaciones de producción de contramedidas médicas pertinentes para la crisis y una plantilla para el seguimiento de la capacidad de producción y las existencias”, reza el texto.

Además, se mantendrá el papel central de la Comisión Europea para poder realizar compras centralizadas durante pandemias como ya ocurrió con las vacunas del Covid-19. Los estados miembros podrán encargar a Bruselas que actúe como canalizador cuando se detecte una pandemia. Algo que pasará también por el nuevo Consejo de Crisis Sanitarias. “Cuando proceda, los Estados miembros podrán encargar a la Comisión que actúe como central de compras para contratar en su nombre contramedidas médicas y materias primas pertinentes para la crisis”, reza el Reglamento.

Además, Bruselas ha acordado flexibilizar los procedimientos de contratación pública cuando esté justificada la “extrema urgencia de la crisis sanitaria”. En estas ocasiones, se permitirá a los fabricantes de la industria aportar los ensayos clínicos después de la firma de los contratos o adaptar su contenido a la evolución de la amenaza de la salud.

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