Una investigación sobre una presunta violación de la Ley de Protección de datos apunta a Boehringer Ingelheim. La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña investiga una presunta filtración de datos de pacientes, sucedida en Andalucía y Extremadura, a la compañía alemana.
Así lo indica El Confidencial Digital, que indica que el laboratorio habría tenido la intención de utilizar la información filtrada para ejercer presiones contrarias a los criterios de eficiencia y gestión clínica de la práctica médica.
Estas presiones habrían estado causadas con una alerta de la Agencia Europea de Medicamentos, que instaba a revisar determinados tratamientos antidiabéticos y evaluar si podían estar relacionados con un incremento de la ceotacidosis diabética, los SGLT2. Uno de estos productos es empagliflozina (Jardiance), de la multinacional alemana.
Antes esta situación, la sanidad andaluza remitió a los centros de salud un listado por médico de todos los pacientes que estaban siendo tratados con estos fármacos, para que se les hiciera un seguimiento específico.Sería ésta la información a la que habría tenido acceso la compañía alemana, que además habría sido compartida entre sus trabajadores mediante correos internos.
Concretamente, se trataría desde fotos de recetas y visados médicos, hasta pantallazos de los sistemas informáticos de gestión sanitaria, correos privados y documentos internos y confidenciales sobre gestión clínica. Información a la que habrían tenido acceso hasta gestores nacionales, situados en el escalafón inmediatamente inferior al director general y directores regionales. La demanda con estas acusaciones ha sido interpuesta por la asociación andaluza Defensor del Paciente.
Sin conocimiento de los hechos
Ante estas informaciones, Boehringer asegura no tener conocimiento de los hechos. “La Fiscalía no se ha puesto en contacto con nosotros”, aseguran desde el laboratorio a Redacción Médica, y afirman no tener notificación alguna de la Justicia española, ni conocimiento de los hechos analizados.
Dichas fuentes precisan que este conflicto podría tener que ver con las acciones de un extrabajador descontento de Boehringer, que habría intentado utilizar estas presuntas filtraciones (una violación flagrante del ‘compliance’ de la farmacéutica) para presionar a la compañía y lograr mejores condiciones de prejubilación.
En este tira y afloja, el exempleado habría advertido de una violación del ‘compliance’ de la compañía, de la cual se le pidieron pruebas en varias ocasiones y que nunca fueron aportadas. De hecho, por normativa interna, Boehringer acabó denunciándolo por la vía civil por esta razón.
En cambio, según la versión del trabajador, él se negó aludiendo a la Ley de Protección de Datos y a su derecho a no colaborar con quien presuntamente está cometiendo dichas irregularidades.
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