AstraZeneca analiza las barreras para financiar la innovación en el SNS

La compañía lanza un informe en el que también analiza las potenciales líneas de mejora

Eduardo Recoder, presidente de AstraZeneca en España.

28 jun 2017. 17.10H
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POR REDACCIÓN
Bajo el título ‘Financiación de la innovación sanitaria orientada a resultados’ la compañía farmacéutica AstraZeneca ha publicado un estudio con un exhaustivo análisis del Sistema Nacional de Salud (SNS) para detectar las barreras y líneas de mejora en la financiación de la innovación terapéutica con el foco puesto en los resultados. Un comité formado por 12 expertos vinculados a los diferentes ámbitos de la gestión del SNS, como los servicios de salud regionales o el ámbito farmacéutico, económico y legal, entre otros, ha definido el marco de análisis e identificado y revisado las barreras y recomendaciones para el escenario actual.
 
En el estudio se identifican las barreras para la orientación de la financiación a los resultados en el Sistema Nacional de Salud. Entre ellas destaca la descentralización de nuestro SNS, con la complejidad que esto supone a la hora de integrar las competencias nacionales y autonómicas. Otra es la necesidad de desarrollar una metodología explícita, adecuada y transparente en las decisiones de actualización en base a criterios objetivos de efectividad, eficiencia, prioridad, posibilidad e importancia social. También se ha identificado como barrera, entre otras, la ausencia de un mecanismo explícito de fijación de precios y condiciones de acceso basado en el valor.
 
En palabras de Álvaro Hidalgo, director del Seminario de Investigación en Economía de la Salud de la Universidad de Castilla-La Mancha y uno de los autores del estudio, “la sostenibilidad y viabilidad de nuestro Sistema Nacional de Salud exige la reorientación de la financiación desde el uso hacia los resultados. La compleja integración de las competencias nacionales y autonómicas, que impide que la información sea homogénea, es una de las principales barreras a esta reorientación”.
 
Líneas de mejora
 
Una vez presentadas las barreras, el estudio también señala líneas de mejora que, aplicadas en los diferentes ámbitos de responsabilidad del SNS, permitirán gestionar las decisiones de financiación y acceso a la innovación, vinculando la inversión social en salud a los resultados que se prevén de su utilización. Entre otras líneas de mejora de alta relevancia, destaca la necesidad de disponer de una metodología y criterios explícitos y transparentes de evaluación y priorización dinámica de la innovación en las decisiones de precio y actualización. También resultaría clave la existencia de unos criterios homogéneos que permitan la toma de decisiones de aplicación de modelos de financiación vinculados a resultados y su aplicación en el SNS. En este sentido, el estudio destaca la importancia de la integración en la toma de decisiones de los profesionales sanitarios, imprescindibles para propiciar el cambio por su implicación en el día a día de la práctica clínica. Por otro lado, es importante que los centros tengan autonomía en la gestión, ya que nadie mejor que ellos conoce sus recursos, su capacidad de reutilización y, en definitiva, sus necesidades.

Todo este análisis se ha realizado a varios niveles: en relación a la macrogestión, analizando aspectos estatales relacionados con el gobierno y los principios rectores del SNS. A nivel mesogestión, tanto en la organización de los elementos estratégicos y operativos a nivel nacional y regional como en la relación entre los agentes externos e internos de las comunidades autónomas. Por último, también se han analizado los elementos que afectan a la microgestión, referidos a la gestión clínica y operativa a nivel de proveedores. Además, para completar el análisis realizado en el estudio, se han identificado experiencias relevantes de otros países que pueden ser utilizadas como ejemplo, como son Reino Unido, Francia o Suecia.
 
Tras la publicación de este estudio, una segunda fase, que ya ha comenzado y se prevé finalizar este mismo año, consistirá en el desarrollo de una herramienta de autodiagnóstico. Esta permitirá a los responsables de sanidad de las distintas comunidades autónomas orientar la financiación de la innovación terapéutica y tecnológica a los resultados en salud. Lo hará a través del análisis específico de su situación actual para conocer en qué punto están y así poder priorizar las acciones que propiciarán este cambio.

Acceda al informe de AstraZeneca 
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