El
vínculo entre la salud y el comercio se estrechó con la irrupción del coronavirus, una crisis que evidenció los problemas de dependencia de la Unión Europea respecto a otros territorios en lo que respecta al
aprovisionamiento de productos sanitarios. Esta “vulnerabilidad”, entiende el Consejo Económico y Social de España (CES), debe subsanarse con el impulso de una “autonomía estratégica europea” que permita al territorio “posicionarse a nivel global en el escenario de recuperación tras la pandemia”.
En su informe sobre la
‘cogobernanza económica de la Unión Europea’, el CES subraya que “la salud y la protección de la ciudadanía se han convertido en una
cuestión geopolítica” durante la crisis del covid, en la que se han puesto en evidencia “las vulnerabilidades de las cadenas de aprovisionamiento de productos esenciales” en Europa.
En este escenario, la Comisión Europea “ha iniciado los trabajos para conocer sus dependencias estratégicas, y lo ha hecho comenzando por los ecosistemas industriales relacionados con la salud”, destaca el organismo. Precisamente, la Eurocámara ya trabaja en el refuerzo de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) para la creación de una plataforma de
monitorización de desabastecimientos en todos los Estados miembro, tal y como informó
Redacción Médica.
No obstante, el CES entiende que también es necesario también “impulsar
cierta autonomía estratégica por parte de la Unión Europea”. Es decir, incrementar su “capacidad de actuar con autonomía, tomar decisiones de manera independiente y ejecutarlas con recursos propios en áreas clave”. “
No se trata de una actitud proteccionista ni mucho menos autárquica, sino que se refiere a la capacidad de elegir y transformar las dependencias e interdependencias de la Unión Europea con aquellas economías que compartan una misma orientación”, concluye.
Tensiones geopolíticas por los productos sanitarios
El objetivo, apunta, no es otro que el de minimizar “las tensiones en las cadenas globales de valor” que “procedieron de la ruptura de los suministros procedentes de China, país en el que se inició la pandemia”. “La expansión del virus provocó un
‘shock’ de demanda de productos médicos y sanitarios que generó tensiones en las cadenas de producción y fue la propia apertura comercial la que resultó esencial a la hora de acceder a fuentes de suministros alternativos”, incide el CES.
El organismo presidido por
Antón Costas concluye que el mercado único “es e
l activo más importante de la Unión Europea”, aunque considera que “las oportunidades que ofrecen se han visto limitadas por la pandemia”, provocando “una elevada inseguridad ante la falta de previsión”.
Al respecto, recuerda que la Comisión Europea ya ha propuesto la creación de instrumentos de emergencia del mercado único para ofrecer “soluciones que garanticen la disponibilidad de personas y bienes
en el contexto de crisis futuras”.
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