Eduardo Ortega Socorro. Antequera (Málaga)
Humberto Arnés asegura que España ha hecho los deberes en lo que se refiere a la aprobación para el SNS de nuevos medicamentos. Según el director general de Farmaindustria, "estamos por debajo de la media europea en tiempo de aprobación".
Humberto Arnés, director general de Farmaindustria.
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De hecho, según la patronal, España tarda menos en dar luz verde a nuevos fármacos que Italia y Francia. Una buena noticia que llega, explica Arnés, después del punto de inflexión alcanzado en 2013, cuando estos plazos se volvieron insostenibles.
Con todo, también avisa de los problemas de competencias que se dan en nuestro país "y que generan inequidades. No nos hagamos trampas al solitario y permitamos un acceso igualitario para todos".
Y asegura que el gasto que generan las partidas en medicamentos no son un problema. "El gasto farmacéutico está controlado, con un crecimiento que oscila entre el 0 y el uno por ciento, y el gasto en fármacos hospitalarios va a crecer al mismo ritmo que el producto interior bruto (PIB). Todo esto es asumible en 2016 para el SNS", indica Arnés, quien añade que la aspiración de la industria para el citado año es "crecer al mismo ritmo que la economía española".
Concretamente, Farmaindustria calcula que el gasto farmacéutico público va a ascender un 2,6 por ciento en 2015 y un 1,8 en 2016.
Además, para 2016 las compañías aspiran a que se mantengan los protocolos por la sostenibilidad del SNS acordados con los ministerios de Sanidad y Hacienda (todavía no firmados), aunque pueda haber cambio de gobierno tras las elecciones generales.
Políticas de precios
Arnés aborda estas cuestiones durantesu su intervención en el XII Seminario Industria Farmacéutica & Medios de Comunicación. En ella, también avisa de que el sector quiere "unas políticas de precio y reeembolso alineada con el resto de Europa, con un sistema de evaluación que separe la parte clínica, con estándares transparentes, de la económica".
Asimismo, recuerda que uno de los mayores problemas del sector es la carencia de una regulación clara en precios, dado que "la Ley del Medicamento no se ha desarrollado" en este aspecto y que el real decreto de precios y financiación, que venía a aclarar esta cuestión, finalmente no se ha aprobado.