Apocard (Meda) desabastecido: Sanidad promueve 8 fármacos para la arritmia

Los problemas de abastecimiento de este medicamento se arrastran desde agosto


02 nov 2018. 12.10H
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Continúan los problemas en 3M para abastecer a las farmacias españolas de Apocard, un fármaco cuyo principio activo es la flecainida y que está indicado para la prevención y tratamiento de pacientes con taquicardia supraventricular sin cardiopatía de base, así como en la prevención y tratamiento de arritmias ventriculares.

MEDA Pharma S.L., la compañía de 3M que es titular de autorización de su comercialización, ha informado a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) que "no va a contar con unidades suficientes para satisfacer la demanda habitual de Apocard de 100 mg, 30 comprimidos y Apocard de 100 mg, 60 comprimidos en los próximos meses".

Dificultades para satisfacer la demanda


Por esta razón, MEDA Pharma "está realizando una distribución controlada de los mismos para que lleguen unidades a todos los mayoristas de forma proporcionada". Aunque la Aemps ha propuesto ocho medicamentos como sustitutos, se van a producir ciertas dificultades para satisfacer la demanda.

Y es que, como señala la agencia en una nota informativa, "debido a la elevada cuota del mercado que representa Apocard se han producido a su vez problemas de suministro en las alternativas disponibles, las cuales van a disponer de unidades limitadas que no pueden cubrir las necesidades del mercado".

La elevada cuota de mercado de este fármaco complica su sustitución con otros medicamentos

La Aemps también advierte de que "existen otros medicamentos comercializados que tienen el mismo principio activo, a la misma dosis y forma farmacéutica, pero, no obstante, al tratarse la flecainida de un medicamento con estrecho margen terapéutico, no puede ser objeto de sustitución por otros medicamentos con el mismo principio activo sin la intervención del médico prescriptor".

Ya en agosto de este año, 3M notificó los problemas de suministro de este medicamento, creando cierta convulsión social entre los usuarios del mismo. Esta situación llevó a la Sociedad Española de Cardiología y al Consejo General de Farmacéuticos a pedir calma a la sociedad y a recomendar a los pacientes afectados que acudan a sus cardiólogos para que les ofrezcan la alternativa adecuada.
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