La farmacéutica catalana
Almirall entró en
números rojos en
2017, cuando registró unas
pérdidas de 303,9 millones de euros frente a las ganancias de 75,47 millones con las que finalizó el ejercicio 2016.
La cifra de negocios se situó en 639,3 millones, lo que supone
una caída del 16,35 por ciento respecto a los ingresos alcanzados un año antes, ha informado este viernes la farmacéutica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía, controlada por los hermanos Gallardo, ya anunció en julio del año pasado un
recorte de sus previsiones para 2017 sobre ingresos totales, ventas netas y beneficio bruto de explotación (Ebitda) por el impacto negativo del negocio en Estados Unidos, operado por Aqua.
Entonces, la farmacéutica
avanzó que en 2017 lograría un
Ebitda de entre 140 y 170 millones de euros y que sus ingresos totales y sus ventas netas registrarían un descenso porcentual de un "doble dígito bajo".
Fuentes de Almirall han explicado que la compañía ha provisionado unos
326 millones de euros, precisamente por el negocio en Estados Unidos, lo que explica las pérdidas.
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