La
alerta europea dictada la semana pasada sobre
valsartán ha supuesto un notable
revuelo en la industria farmacéutica, más que por la incidencia en la salud pública -que es prácticamente nula, según lo sabido hasta el momento-, por las necesidades de logística que está generando.
Este lunes la
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) dejaba aún notar los efectos, y publicaba hasta
13 desabastecimientos referidos a diferentes presentaciones de valsartán de varios laboratorios (
Tecnigen y
Pensa Pharma, entre otros).
Fuentes del sector han confirmado a
Redacción Médica que estos desabastecimientos son propios de esta alerta europea, de la que
se han hecho eco la propia agencia americana (FDA), así como diferentes ministerios de Latinoamérica. Algunos laboratorios afectados han podido capear el temporal al disponer en
stock principio activo libre de
la ya famosa
impureza N-nitrosodimetilamina (NDMA), considerada como un
posible carcinógeno humano.
Otros en cambio maniobran estos días para conseguir
principio activo alternativo con el que cubrir la demanda del mercado. Hay que recordar que valsartán es un principio activo presente en la medicación de cientos de miles de pacientes que padecen
hipertensión arterial. Solamente en
España lo tienen prescrito casi medio millón de personas (470.000, según fuentes del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social).
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