Redacción. Madrid
Especialistas en enfermedades infecciosas crearán, a medio plazo, grupos de trabajo multidisciplinares coordinados con las gerencias de los centros de Especializada y de Primaria para optimizar el uso de los antibióticos y aminorar las resistencias bacterianas, principal amenaza del enfermo inmunodeprimido en todos los hospitales del mundo.
Belén Crespo, directora de la Aemps.
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En concreto, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) ha colaborado con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) en el desarrollo de los programas PROA (programas de optimización del uso de antimicrobianos) en la sanidad española.
Esta acción se inscribe dentro del Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos, creado para hacer frente a este problema. Encabezados por el Ministerio de Sanidad, diversos organismos e instituciones dentro del territorio español, entre los que se encuentra Seimc, han ejecutado más de 80 acciones concretas a partir de la vigilancia, control, prevención, investigación, comunicación y formación.
España es uno de los siete países europeos que ya cuentan con un Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos, dentro del que se encuadran acciones como los PROA en centros sanitarios.
Uso imprudente de los antibióticos
La pérdida progresiva de efectividad de los actuales antimicrobianos junto a la escasez de nuevos tratamientos da lugar a que la labor de sensibilización siga siendo imprescindible hoy en día. Como ha advertido Juan Pablo Horcajada, presidente del Grupo de Estudio de Infecciones Hospitalarias (GEIH) de la Seimc y co-coordinador de los programas PROA de la Aemps, “las consecuencias de las infecciones producidas por bacterias resistentes a los antibióticos pueden ser muy graves ya que se produce un retraso en el tratamiento de los pacientes, con riesgo de mala evolución clínica y un aumento de los costes sanitarios al prolongarse su estancia hospitalaria”.
Los programas PROA prevén la creación de grupos de trabajo multidisciplinares formados por infectólogos, farmacéuticos y microbiólogos, que con el apoyo de la Dirección del centro llevan a cabo las acciones previstas para optimizar el uso de antimicrobianos. “Se trata de un primer paso para profesionalizar este servicio, y para implicar a todo el sistema sanitario, desde la gerencia de los hospitales hasta los pacientes”, según Horcajada.
Algunas de las acciones que se contemplan dentro de los PROA son la vigilancia del consumo de antimicrobianos y de las resistencias, la redacción de guías para el buen uso de los antimicrobianos, la educación de los médicos prescriptores, y las auditorías para analizar la calidad del uso de los antimicrobianos seguidas de recomendaciones prácticas. Se está desarrollando un programa informático para facilitar la labor de los equipos PROA.