Redacción. Madrid
Tras meses de intenso debate (que aún permanece vivo entre la comunidad científica), la conocida como ‘Viagra femenina’ ha salido al mercado en Estados Unidos después de que su comercialización se aprobase en agosto. Un producto que llega bajo un precio que está entre los 30 y 75 dólares al mes (aproximadamente 26-66 euros) dependiendo de la aseguradora, tal y como ha anunciado la revista Newsweek.
Concretamente, la flibanserina, que incrementa la libido en las mujeres y su deseo sexual, se podrá encontrar en las farmacias de Estados Unidos a partir de ahora bajo el nombre comercial de Addyi, convirtiéndose así en el primer medicamento de este tipo disponible específicamente para el público femenino.
Pese a que los consumidores y los medios de comunicación han nombrado a este producto con el nombre de ‘Viagra femenina’, su funcionamiento y efectos no son como los habituales al fármaco dirigido a los hombres. “Addyi provee una opción de tratamiento a las mujeres premenopáusicas con desorden de deseo sexual hipoactivo, mientras que la Viagra está prescrita para el tratamiento de la disfunción eréctil”, ha explicado la portavoz de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, Sarah Peddicord.
Asimismo, no modifica de ninguna manera directa la actuación de las mujeres en sus relaciones sexuales, sino que incrementa su apetito sexual, lo que ha llevado a parte de la comunidad científica a dudar sobre su naturaleza. En este sentido, son numerosos los médicos y farmacólogos que ponen en duda los efectos de la pastilla rosa y la propia naturaleza del supuesto desorden sexual contra el que va dirigido la píldora.
“No existe una norma establecida científicamente para la actividad y deseos sexuales, y no hay pruebas de que el desorden de deseo sexual hipoactivo sea una condición médica”, ha aclarado la profesora asociada de Farmacología de la Universidad de Georgetown Adriane Fugh-Berman.
Su funcionamiento
La píldora modifica tres sustancias químicas claves para el cerebro, aumentando la dopamina y la norepinefrina y disminuyendo la serotonina, lo que hace incrementar la libido en las mujeres y su deseo sexual. Desde la FDA argumentan la necesidad de combatir el deseo sexual hipoactivo porque puede causar “angustia” en algunas mujeres, con lo que poner a disposición un “tratamiento farmacológico efectivo” puede proporcionar beneficios.
Por otro lado, en lo que sí coinciden defensores y detractores es en alertar ante los posibles efectos secundarios de la píldora, principales responsables de que se retrasase su aprobación durante varios meses. Estos son, como en el caso de la Viagra para los hombres, posibles desmayos y disminución de la presión arterial, riesgos que aumentan con el consumo de alcohol y con el uso de otros medicamentos que interfieren con la descomposición de la flibanserina en el organismo.
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La FDA da el visto bueno a la ‘viagra femenina’ (19/08/2015)