La directora de la Agencia Europea del Medicamento,
Emer Cooke, ha señalado este martes que la entidad cuenta con planes para
acelerar la adaptación de las vacunas a la nueva
variante Ómicron si fuera necesario, un proceso que ha estimado que llevará entre
tres y cuatro meses.
En una intervención en el Parlamento Europeo, Cooke ha querido mandar un
mensaje de prudencia ante la nueva variante y ha insistido en que todavía se desconocen muchos elementos de la nueva variante para determinar si habrá que adaptar las vacunas existentes. "No sabemos todavía si esto se necesitará, pero en todo caso
tenemos preparados planes de contingencia. Trabajamos con los reguladores porque esperamos lo mejor, pero estamos preparados para lo peor", ha afirmado la responsable de la EMA.
En todo momento ha recalcado que
las vacunas existentes siguen siendo efectivas contra las variantes que circulan en Europa. "Sabemos que el virus está mutando y habrá un punto en el que tengamos que cambiar el enfoque actual", ha expuesto, insistiendo en que las vacunas actuales protegen contra el coronavirus y reiterando el consejo de
recibir la dosis de refuerzo.
Adaptar las vacunas llevaría "entre tres y cuatro meses" desde el momento en el que se tome la decisión, ha explicado Cooke, tras señalar que primero debe
estudiarse la situación epidemiológica en Europa, el nivel de circulación de la variante y factores de la población europea como la edad o la vacunación en la expansión de la variante.
Todos estos factores difieren mucho de
la situación de Sudáfrica, donde se detectó la variante ómicron por primera vez, ha recalcado la directora ejecutiva de la EMA, que ha reiterado que la agencia ya trabaja en esta dirección en
coordinación con otras instituciones europeas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y compañías farmacéuticas. "Es algo para lo que estamos preparados", ha resumido ante los eurodiputados.
Un "invierno desafiante" debido a Ómicron
Por su parte, la comisaria de Salud de la Unión Europea,
Stella Kyriakides, ha instado a los gobiernos a que desarrollen medidas para detectar mutaciones del coronavirus, para que ninguna región se quede atrás en la detección de la nueva variante Ómicron, según recoge Reuters. "Algunos Estados miembros están
considerablemente rezagados", ha explicado Kyriakides en una carta enviada a los ministros de Sanidad de los 27 países de la UE.
Aunque la comisaria de Salud no ha señalado a nadie, los datos del
Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) muestran que en la primera quincena de noviembre, siete países de la UE
no rastrearon suficiente: Finlandia, Grecia, República Checa, Eslovenia, Chipre, Lituania e Irlanda.
Por ello, en su misiva, Kyriakides ha instado a los ministros a vacunar más rápido e inocular dosis de refuerzo con urgencia. "Ya nos enfrentamos en su momento a
un invierno desafiante debido a la alta transmisibilidad de la variante Delta (...) ahora podemos experimentar presiones adicionales debido a la aparición de la variante Ómicron".
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