Eduardo Ortega Socorro. Madrid
El paso del verano no ha cambiado la situación del pacto por la sostenibilidad del SNS de las patronales Aeseg, Farmaindustria y Fenin con las Administraciones Públicas, que zozobra peligrosamente ante la cercanía del final de la legislatura. Y es que según fuentes del Ministerio de Hacienda, siguen sin registrarse avances al respecto y tampoco hay perspectivas de cuándo se podrían rubricar los acuerdos.
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Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas.
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De hecho, desde el departamento que dirige Cristóbal Montoro indican que se ignora si se celebrará finalmente algún Consejo de Política Fiscal y Financiera en el que tratar este y otros temas de índole sanitaria que todavía están en el aire, como el desarrollo de la herramienta financiera que habilite la vinculación del gasto farmacéutico con el producto interior bruto (PIB) nacional y los créditos con los que las comunidades autónomas tendrían que pagar los fármacos vinculados a la estrategia nacional de hepatitis C.
Sin embargo, hay que recordar que Rubén Moreno, secretario general de Sanidad y Consumo, se comprometió en junio públicamente con el sector sanitario a que los pactos se acabarían firmando, con los compromisos que comportan.
Cuenta atrás
Uno de los mayores problemas al que se enfrentan estos acuerdos (con la que se establecen techos de gasto y más aportaciones a los productores de medicamentos y productos y tecnología sanitaria) es que el tiempo para su firma es cada vez más escaso. La legislatura acabará obligatoriamente en diciembre, y en solo tres meses tendrían que rubricarse los pactos y el Gobierno asumir sus obligaciones, que consisten principalmente en anular la priorización de genéricos en caso de que se prescriba un fármaco por principio activo, poner fin al límite que hay para los descuentos que las compañías pueden ofrecer a las farmacias por sus productos y derogar que se pueda poner nombres de fantasía a los productos genéricos.
El ejecutivo tendría que llevar a cabo estas iniciativas por la vía de enmiendas, pero el propio Rubén Moreno ha reconocido al respecto que “no hay muchas leyes para introducirlas. Hay varias iniciativas en trámite, pero los cambios que hagamos no pueden ser dispares respecto al conjunto del texto legal en el que los metamos, deberán tener encuadre y sentido”.
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