Tras más de dos décadas gestionando los envases y residuos de medicamentos generados en los hogares,
Sigre ha ampliado este 2025 su ámbito de actuación a los residuos de envases de
medicamentos que se generan en establecimientos sanitarios e instalaciones de la distribución para facilitar al sector farmacéutico el cumplimiento de las nuevas obligaciones ambientales que entraban en vigor el pasado 1 de enero. Esta actuación
permitirá a la entidad estar presente en todo el ‘ciclo vital’ de los fármacos para garantizar que el impacto medioambiental sea el mínimo posible en cada una de las fases del proceso.
“Es imprescindible que avances en la transición hacia una
economía circular”, sostiene desde el plató de
Redacción Médica Miguel Vega, director general de Sigre, quien apunta a esa
“alianza” con la industria, la distribución y la farmacia como base del éxito para reducir la huella contaminante de los fármacos.
Miguel Vega, director general de Sigre.
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¿Qué supone para Sigre la autorización como SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) para gestionar residuos de envases comerciales e industriales de medicamentos y cómo se prepararon para asumir este nuevo desafío?
Esta autorización es un trámite administrativo imprescindible para poder comenzar nuestra nueva actividad, la gestión de los envases comerciales e industriales de medicamentos, que son aquellos que se generan como consecuencia de la comercialización de fármacos en el ámbito logístico y de los centros sanitarios. Nosotros llevamos ya casi dos años, desde que se aprobó el Real Decreto 1055/2022, preparando la ampliación de la actividad de Sigre, que hasta ahora se limitaba a la gestión de los residuos de medicamentos que generamos en los hogares, para poder asumir también la gestión de estos envases que se generan en el proceso logístico y en los centros sanitarios.
Miguel Vega, director de Sigre, avanza sus planes tras la autorización para gestionar envases en la industria farmacéutica.
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¿Qué estrategias específicas implementará Sigre para garantizar la sostenibilidad y la eficiencia en la gestión de estos nuevos tipos de residuos a partir de este 2025?
El procedimiento pasa por llegar a acuerdos con las instalaciones donde se generan estos residuos. Como comentaba, a partir del 1 de enero del 2025 la responsabilidad de organizar y financiar la gestión de los residuos comerciales e industriales recae sobre la empresa que ha suministrado los productos envasados y no por los centros que los consumen.
La estrategia es llegar a un acuerdo tanto con los operadores logísticos y distribuidores farmacéuticos como con los centros sanitarios para organizar la segregación de los envases de medicamentos y darles un correcto tratamiento medioambiental.
Con más de 3.500 iniciativas de ecodiseño aplicadas en las últimas dos décadas, ¿cuáles han sido los logros más destacados y qué desafíos enfrentan para cumplir los objetivos del nuevo PEPE 2024-2028?
La prevención es un elemento fundamental de la economía circular, teniendo en cuenta que el mejor residuo es aquel que no se genera.
La industria farmacéutica lleva más de 20 años trabajando para minimizar el impacto de sus productos, en particular de los envases que utiliza para comercializar los medicamentos. Es un sector especialmente complicado por las limitaciones legales y técnicas que existen en torno a los medicamentos, pero lo cierto es que se han dado avances muy significativos. Quizá destacaría que, en estos 20 años, se ha reducido un 25 por ciento el peso de los envases que se ponen en el mercado. Por otro lado, más de 500 millones de medicamentos que se comercializan cada año incluyen ya alguna medida medioambiental de prevención o ecodiseño en su envase.
Aún nos queda mucho por hacer, y este nuevo plan empresarial de prevención y ecodiseño que publicamos a finales del 2023 plantea retos para los próximos cinco años. Nuestro objetivo, teniendo en cuenta ya los grandes avances que se han dado, es conseguir un aumento del 5 por ciento en las medidas de ecodiseño que aplica la industria farmacéutica y seguir reduciendo el peso de los envases entre un 1 y un 1,5 por ciento.
"Nuestro objetivo es aumentar un 5 por ciento las medidas de ecodiseño que aplica la industria farmacéutica y reducir el peso de los envases entre un 1 y un 1,5 por ciento"
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Al hilo de lo que dicen. ¿Qué papel juega la economía circular en las operaciones de Sigre y cómo visualizan su evolución en los próximos años?
Sigre es un sistema basado en la economía circular. Es imprescindible y así lo establece la normativa europea, que avancemos en la transición desde una economía lineal de producir, usar y tirar; hacia una economía circular en la que los productos estén el máximo tiempo posible en el ciclo económico. Esa ha sido la visión que Sigre ha tenido siempre desde su nacimiento en el año 2001 y lo aplicamos en todas las fases. Es decir, no solo en la prevención en origen, ayudando a la industria farmacéutica para que sus envases sean más ecológicos; sino también en la recogida y en la propia gestión de los residuos, consiguiendo que todos los envases de medicamentos depositados por los ciudadanos en el Punto Sigre sean reciclados o valorizados energéticamente.
De esta manera, el sistema Sigre se basa en que no haya ningún residuo que se elimine sin aprovechamiento.
Vega cataloga de imprescindible avanzar hacia la economía circular de estos productos farmacéuticos.
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En otro orden de cosas, ¿cómo han logrado aumentar la sensibilización ciudadana respecto al reciclaje de medicamentos y qué medidas nuevas están previstas para reforzar esta tendencia?
La
sensibilización ciudadana es uno de los elementos clave de cualquier sistema de gestión de residuos. Si el ciudadano no colabora en la segregación adecuada de los residuos, es imposible darles un tratamiento ambiental adecuado.
Por eso nosotros llevamos más de dos décadas dando mucha importancia a la sensibilización, haciendo campañas de comunicación continuas. He de decir que también hemos tenido la suerte de contar con el apoyo de las administraciones ambientales y sanitarias. Por ejemplo, todos los prospectos de los medicamentos incorporan actualmente una leyenda que le indica al ciudadano cómo deben deshacerse de los envases y restos de medicamentos que quedan al finalizar un tratamiento a través del Punto Sigre de la farmacia.
De esta forma hemos conseguido que la mayoría de los hogares hayan incorporado el reciclado de los medicamentos en sus hábitos habituales de reciclaje. No obstante, tenemos que seguir trabajando en ello. Esto no termina nunca.
"El contar con la industria, la distribución y la farmacia nos ha permitido tener un enfoque de todo el ciclo de vida a lo largo de toda la cadena del medicamento"
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¿Y al profesional sanitario?
Hasta ahora estábamos centrados en el ámbito doméstico y, por tanto, nuestras campañas estaban dirigidas principalmente al ciudadano. Pero, por supuesto, también nos apoyamos en los profesionales sanitarios. En su interrelación con el paciente es importante que transmitan que el uso responsable del medicamento no termina cuando uno se toma el medicamento siguiendo las indicaciones, sino cuando se depositan los residuos en el Punto Sigre, garantizando así que no van a dañar al medioambiente. Ahora, con la ampliación de Sigre a los envases comerciales e industriales, tenemos también que insistir con el profesional sanitario no solo en esa labor de concienciación del ciudadano sino en la propia segregación de los residuos que utilizan en su actividad, de forma que, a través de esa correcta separación, podamos garantizar una correcta gestión medioambiental posterior.
El director general de Sigre subraya que el éxito de la entidad es estar en toda la cadena de vida del medicamento.
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Sigre es reconocida como una alianza medioambiental líder en el sector farmacéutico. ¿Cómo ha evolucionado la colaboración entre las farmacias, los distribuidores y la industria farmacéutica desde su creación y cómo lo ha vivido en el año que lleva al frente de esta organización?
Una de las claves de nuestro éxito ha sido la participación de toda la cadena del medicamento en esta iniciativa. El contar con la industria, la distribución y la farmacia nos ha permitido tener un enfoque de todo el ciclo de vida de toda la cadena del medicamento, pudiendo ver no solo la parte de fabricación sino también los impactos ambientales que se generan durante la distribución y dispensación. Al mismo tiempo, nos ha permitido ofrecer al ciudadano un sistema cómodo y sencillo para desprenderse de estos residuos a través de la oficina de farmacia y garantizar la logística inversa.
Con resultados como evitar la tala de 212.000 árboles o ahorrar 430 millones de kWh de energía, ¿qué otras métricas destacan como muestra del impacto positivo de Sigre en el medio ambiente?
Por poner algunos datos, podríamos hablar del ahorro de 370 millones de litros de agua o de 69 millones de litros de petróleo, de combustibles fósiles; también hemos conseguido ahorrar más de 80.000 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera como consecuencia del proceso de logística inversa que utilizamos para el transporte de los residuos. Pero, sobre todo, a mí me gustaría destacar el número de hogares que se han incorporado a esta iniciativa.
Cerca del 90 por ciento de los hogares españoles declara que colabora depositando en el Punto Sigre los envases y restos de medicamentos que le quedan al finalizar un tratamiento. Yo creo que son datos muy importantes que demuestran el éxito de esta iniciativa y, sobre todo, la implicación y la buena aceptación que ha tenido entre la población.
Un instante de la entrevista a Miguel Vega en el plató de Redacción Médica.
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Sigre contribuye a ocho de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Qué proyectos específicos destacan como los más relevantes para avanzar en estos objetivos en los próximos años?
Efectivamente, Sigre aporta o contribuye a varios de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030, aquellos más vinculados a la salud y el medioambiente.
A mí siempre me gusta destacar el objetivo 17, que es el de las alianzas, porque realmente solo mediante la implicación de todos los actores involucrados en el ciclo de vida de un producto se puede conseguir minimizar realmente su impacto medioambiental. Con nuestra ampliación al ámbito comercial e industrial esperamos también incorporar esta alianza a otros colectivos sanitarios que nos van a permitir tener un enfoque a lo largo de todo el ciclo de vida del medicamento, de manera que podamos determinar y establecer mejoras en cada una de las etapas. Es importante que todos los colectivos involucrados podamos colaborar, compartir información, porque sólo así podremos tener una visión completa y contribuir al cumplimiento de esos objetivos tan necesarios para el planeta que ha establecido Naciones Unidas.
Y ya que estamos a inicios de este 2025, y aunque hemos hecho referencia a proyectos de futuro, ¿cuáles diría que son las líneas principales de trabajo que quieren impulsar durante este año?
Tenemos que seguir mejorando la gestión de los residuos domésticos, pero para el 2025 el mayor reto sin duda es la ampliación a los envases comerciales e industriales de medicamentos. Nuestro objetivo es ampliar las alianzas, llegar a acuerdos con los centros donde se generan estos residuos de manera que podamos empezar a asumir no solo la responsabilidad de su gestión, sino analizar en qué campos podemos mejorar la segregación de los residuos. Por ejemplo, los que se generan en los centros sanitarios, de forma que podamos darles un mejor tratamiento medioambiental que el que reciben actualmente.
Miguel Vega aboga por buscar nuevas alianzas para asumir no solo la gestión de los residuos sino otros campos de mejora.
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