Carmen Jódar, médico de Familia en el centro de salud de Castilleja de la Cuesta, en Sevilla; y miembro de la Comisión de
Implantación Salud Digital de Andalucía, analiza en esta entrevista el reto que ha puesto la implantación de la digitalización en la sanidad, especialmente en
Atención Primaria, y cómo lo ha impulsado el
coronavirus Covid-19. Además, la facultativa explica la aplicación de la telemedicina en los pacientes con problemas de salud mental y, en este sentido, señala que es “una opción de futuro para el
manejo de la depresión”.
¿Qué está suponiendo la implantación de la telemedicina en Atención Primaria, tanto para el profesional sanitario como para el paciente?
La implantación de
la digitalización en salud está siendo un reto. El
Covid ha supuesto un atropello a nuestra tradicional forma de trabajo y nos ha hecho agilizar de forma urgente la instauración de un nuevo modelo. El paciente ya estaba demandando un cambio en la comunicación y está preparado para ello, así que somos los profesionales los que tenemos que formarnos y definir las líneas de trabajo y la estrategia para tener impacto y conseguir verdaderos resultados en salud.
En conjunto, ¿las ventajas superan a los inconvenientes?
Siempre hay que ver las ventajas. Todos los cambios se producen por necesidad y tienen ventajas que son sobre lo que debemos construir. Los inconvenientes hay que conocerlos para no cometer errores o tenerlos previstos, quizá el más importante es no confundirnos en transformar toda la actividad asistencial en
telemática. El modelo debe ser
mixto con las ventajas de cada uno.
¿Qué estrategias se están poniendo en marcha para que la atención sanitaria digital no pierda de vista la humanización, algo esencial en salud mental?
La
humanización es inherente a la profesión sanitaria, no se puede desligar por lo que el progreso a otro modelo de trabajo conlleva también esa faceta humana. Las herramientas digitales pueden colaborar en la humanización y para ello deben ser dirigidas al acompañamiento del paciente que necesita vivir en una
sociedad sana e informada. La promoción y prevención en salud es clave en una sociedad moderna, al igual que la información en derechos y deberes en salud es primordial para la toma de decisiones, así como para la seguridad y la autonomía del paciente durante y al final de su vida.
"La humanización es inherente a la profesión sanitaria"
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¿Qué aspectos prioritarios debe tener en cuenta el médico de Familia para valorar la evolución de un cuadro depresivo mediante una consulta telefónica? ¿Hacia dónde debe ir dirigida la intervención en estos casos?
La evolución de un cuadro depresivo debe valorar siempre la mejoría hasta la resolución de los síntomas cardinales pues son por los que
el paciente ha consultado y son esos los que han interrumpido su vida. En esa esfera, hay que explorar otros posibles daños colaterales de los que el paciente puede no ser consciente y que nos ayuden al seguimiento en la resolución del proceso, como puede ser la afectación de la esfera sexual o el embotamiento emocional.
Durante la entrevista telefónica es muy importante la escucha activa para percibir información similar a la comunicación no verbal de una valoración presencial como es el tono de voz y la tendencia al llanto o los silencios.
El silencio es un momento importante de la valoración pues el paciente está decidiendo contarnos algo que no puede dejar salir. Hay que ayudarle en el proceso y a veces eso solo requiere mantener ese espacio facilitador.
¿Y a la hora de afrontar una primera consulta de sospecha de depresión?
Una primera consulta requiere de mayor tiempo y dejar siempre al paciente la posibilidad de una valoración presencial. Ya que lo tenemos al teléfono, debemos de valorar los síntomas principales como son la tristeza, la incapacidad en su vida de disfrutar de pequeños placeres y sobre todo la limitación que le supone en su vida habitual. Son
síntomas cardinales que nos ayudan al diagnóstico y nos permiten iniciar un tratamiento hasta poderlo valorar presencialmente pues el paciente nos va a dar más información (además de la no verbal) y se va a
sentir más acompañado al ser nuestra forma habitual de trabajo y de relacionarnos socialmente. La presencialidad se debe mantener en nuestro ejercicio como profesionales.
¿Es la telemedicina una opción de futuro para el manejo de enfermedades como la depresión? ¿Está indicada para todos los perfiles de pacientes y situaciones?
Por supuesto que la telemedicina es una opción de futuro para el manejo de pacientes con depresión. En casi todas las patologías, o me atrevería a decir en todas, va a ser el futuro. Lo que tenemos que hacer es definir bien protocolos de actuación y seguimiento, para que el modelo del futuro
sea mixto con un apoyo importante de la telemedicina en el seguimiento estrecho del paciente y acompañamiento en su proceso hasta la resolución. No todos los perfiles de pacientes ni todas las patologías se van a manejar igual, la actuación debe ser individualizada pero la telemedicina será un gran apoyo en nuestro trabajo.
"El principal reto de la telemedicina en Primaria es poder usarla como ayuda en el acompañamiento de pacientes"
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A su juicio, ¿cuáles son los principales retos que tiene por delante la Atención Primaria en este terreno de la telemedicina, en concreto, en el abordaje de la depresión?
El principal reto en la telemedicina por parte de
Atención Primaria es poder usarla como una herramienta de ayuda en el acompañamiento de los pacientes en los procesos asistenciales y trabajar en prevención y promoción de salud, algo que tenemos parcialmente abandonado por la sobrecarga de trabajo asistencial.
Para terminar, ¿qué lecciones extrae como miembro de la Comisión de Implantación Salud Digital de Andalucía que puedan servir de orientación a los profesionales de otras autonomías?
Trabajar en la digitalización requiere en primer lugar crear una estrategia común entre profesionales de distintas disciplinas: sanitarios,
profesionales de las tecnologías, y asesoramiento jurídico. Es necesario trabajar en la seguridad del paciente y del profesional de forma paralela a la mejora en la atención clínica.
Por otro lado, es imprescindible la formación de los profesionales en competencias digitales dirigidas a salud. Debemos eliminar esa percepción de
amenaza con el
mundo digital.
Por último y no menos importante, es necesario reforzar la comunicación interna dentro de las organizaciones para implementar de una forma eficiente
los progresos realizados. Sería clave esa comunicación entre Comunidades en nuestro país. Conocer los avances que ya se han demostrado eficientes igualaría la calidad asistencial en un país avanzado y con una medicina de alto nivel como España. Nos posicionaríamos a la cabeza mundial de un
nuevo modelo de Atención Sanitaria.
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