Roche ha celebrado este miércoles una nueva edición de
los Diálogos PHC, una serie de coloquios que tiene como objetivo abordar la realidad de la medicina personalizada de precisión desde distintas perspectivas. En esta ocasión han participado
César Hernández y Carmen Ruiz-Villar, responsables, respectivamente, del Departamento de Medicamentos de Uso Humano y del Departamento de Productos Sanitarios de
la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Ambos han coincidido en que estos avances sanitarios deben traducirse en
accesibilidad para los pacientes y en
sostenibilidad para el sistema sanitario.
Asimismo, han expuesto su visión cómo se aborda desde la
regulación de los medicamentos y productos sanitarios la nueva realidad que supone la medicina de precisión; cuál es el valor añadido que los productos sanitarios dan a los fármacos; y cómo se debe enfocar la
innovación para garantizar ese acceso de los pacientes a las mejores terapias y a los
diagnósticos más precisos.
Ruiz-Villar ha manifestado que las nuevas tecnologías tienen la gran ventaja de que mejoran la calidad de vida del paciente y que la medicina de precisión ayuda a
mejorar la población diana a la que se puede dirigir un medicamento o producto sanitario, así como realizar un
seguimiento en remoto, algo que es muy útil sobre todo durante la pandemia de
coronavirus. Si bien, apunta que todo ello requiere del
desafío de una regulación.
Por su parte, Hernández ha indicado que con la medicina personalizada el sistema se va a enfrentar "a cómo hacer posible que la innovación se traduzca en algo que sea accesible a los pacientes". "Es el único punto de duda, cómo hacer que la innovación y la investigación puntera
se traduzca en acceso y que sea sostenible", ha añadido.
El acceso a productos sanitarios en España
Los dos responsables de
la Aemps también han expuesto la percepción que tienen del acceso a los medicamentos y productos sanitarios en España. César Hernández ha apuntado que "los problemas que hay
son muy comunes que en los países europeos". Ha explicado que
España no es un país "malo" para incorporar innovación, aunque no se realiza de forma muy rápida.
En cuanto al papel de la industria en este ecosistema, Carmen Ruiz-Villar ha abogado por
un "foro" con el que compartir con la industria farmacéutica
"ideas innovadoras" y "unir fuerzas en innovación", ya que el papel de ésta es "identificar los proyectos que tienen vías de futuro".
César Hernández ha abogado por "sentar alrededor de la mesa a todos los sectores para reorientar que papel estamos jugando cada uno" para solucionar problemas como el acceso a la innovación.
"Para avanzar juntos y acompasar el desarrollo del producto le pediría a la industria echar cuentas y sentarse a esta mesa con mente abierta a entender las necesidad del resto, entre ellos la
Administración pública".
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