Aplicar la nueva regulación europea de
evaluación de tecnologías sanitarias es un gran reto para los países miembros. Para que este procedimiento alcance la máxima eficacia es necesaria
una "coordinación suficiente" entre todos los participantes y recursos. Así lo considera
César Hernández, director general de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) y Farmacia del Ministerio de Sanidad, en el XXIII Encuentro de la Industria Farmacéutica Española que ha empezado este jueves en Santander.
"Todas
las partes deben estar implicadas y conseguir que con los informes de
evaluación de las tecnologías sanitarias no sea necesario volver atrás y reevaluar lo que ya está hecho", ha explicado el representante del Ministerio de Sanidad, quien también ha añadido que el papel de los países europeos es gestionar
cómo aplicar la regulación de la
Unión Europea (UE) vigente en pro de sus territorios. "El reglamento llega hasta donde llega,
los estados somos los que debemos desarrollarlo y hacer lo que espera la ciudadanía", ha añadido.
De hecho, ha reconocido que ninguna legislación europea o nacional puede tener todos los elementos que hagan evolucionar a una situación deseada, pero para acercarse es "
necesaria la participación de todo el mundo en este ecosistema". "Ninguna legislación con un solo actor funciona, tienen que estar también las compañías y los pacientes. Habrá que ajustar piezas, pero la
actitud activa de las empresas es fundamental", ha asegurado.
La misma opinión comparte Rui Santos, presidente de la
Autoridad Nacional de Medicamentos y Productos Sanitarios de Portugal (Infarmed), quien ha subrayado que los pacientes son fundamentales en este proceso y que "las agencias reguladoras son responsables del papel de ellos". Asimismo,
establecer recursos y ser flexibles con la financiación es otro paso crucial para avanzar en
la evaluación sanitaria. En palabras de Santos, los países deben tener mano para "
organizarse y adaptar sus decisiones" a las reglas marcadas por Europa.
Asimismo,
Hernández ha apostado por el trabajo conjunto y hacer una
base común de la evaluación para evolucionar hacia "algo distinto y eficiente": "El éxito será ligar un sistema continuo que sea
capaz de dar valor a las consultas, hacer los informes más fáciles y
lanzar señales a los desarrolladores sobre qué es lo que queremos".
Análisis de la tecnología sanitaria "aceptados sin reticencias"
En cuanto a los informes que analizaran estas tecnologías sanitarias, Santos ha concretado que deben ser análisis
"aceptados por todos sin reticencias" y que ello, sin duda, tendrá algunas dificultades: "Una vez que se tengan, podré concentrarme en las dos etapas siguientes:
cómo va a encajar en el sistema sanitario portugués y cuál será la exposición".
Por su parte, en esta cita llamada 'La nueva regulación europea y española y la autonomía estratégica de la industria farmacéutica' y organizada por Farmaindustria, el director general de Cartera Común de Servicios del SNS ha indicado que el
mayor riesgo de esta evaluación es no dotarla de recursos.
"Necesitamos recursos para hacer realidad la
entrada y el acceso rápido a los productos sanitarios. Es cierto que un informe no va a llevar a que todos los países aprueben un producto a la vez, pero sí que está hecho para que no se empiece a discutir sobre él.
Es un paso importante, pero hay que implicarse", ha concluido.
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