Los expertos en
Oncología de precisión están viendo un cambio de paradigma: lo que determina el tratamiento de un cáncer no es dónde se localiza el tumor, sino
la alteración molecular. En este sentido, el fármaco
Vitrakvi (larotrectinib), de Bayer, ha supuesto un “punto de inflexión”, tal y como explica a
Redacción Médica Jesús García Foncillas, jefe del Servicio de Oncología Médica de la Fundación Jiménez Díaz.
El especialista indica en una entrevista que este fármaco “abre la puerta a una
Medicina individualizada de precisión en un contexto donde lo que determina el tratamiento
no es el tumor, ni la localización, ni la histología, sino la presencia de esta alteración molecular”. Precisamente, esta alteración será lo que permita “plantear un
tratamiento dirigido con un beneficio máximo y con datos objetivos para cada paciente”.
Vitrakvi fue el primer tratamiento en recibir aprobación con indicación para
tumor agnóstico en Europa. Está actualmente indicado para el tratamiento de pacientes adultos y pediátricos con tumores sólidos que presentan una
fusión del gen NTRK (receptor de tirosina quinasa neurotrófico), con una enfermedad
localmente avanzada o metastásica. En el
Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrado recientemente, se presentaron nuevos datos que avalan la eficacia "robusta y de larga duración independientemente del tumor".
Un nuevo planteamiento
Con motivo de la celebración de ESMO,
Bayer organizó una serie de debates con expertos para ampliar la información y uno de ellos versaba sobre este medicamento. García-Foncillas fue uno de los participantes y, según explica a este medio, en este encuentro se puso sobre la mesa "que
el espectro de los biomarcadores que ayudan a definir el tratamiento del cáncer se ha ampliado significativamente y
ha permitido plantearnos una aproximación diferente".
Es decir, hasta hace poco "se buscaban determinados biomarcadores dentro de cada tipo de tumor que permitían identificar pacientes que
podrían responder mejor a un tratamiento respecto a otro". Pero ahora lo que los especialistas están comprobando "es que estos biomarcadores que inicialmente pensábamos que estaban circunscritos a un determinado tipo de tumor, lo que vemos es que no es así y que
el planteamiento es mucho más amplio en todos los aspectos".
"De manera que hoy en día
no es dónde se localiza el tumor, es la alteración molecular lo que determina el tratamiento. Y la alteración molecular ocurre en
múltiples tipos de tumores", dice García-Foncillas.
Ampliar las aprobaciones e indicaciones
¿Qué cambia esto? El experto advierte que el primer punto importante es que “no se puede tomar
una decisión terapéutica en un paciente de cáncer avanzado
sin hacer un estudio molecular”.
Además, explica que los medicamentos que se van incorporando en la farmacia de la asistencia rutinaria en Oncología están demostrando “evidencias de que
su beneficio puede ser extrapolable a otros tipos de tumores”. “Tenemos que abrir el uso de esos medicamentos más allá de la indicación inicial aprobada a otras indicaciones
donde también estamos constatando beneficio”.
García-Foncillas señala que el tercer punto es establecer
la biopsia líquida como “una estrategia y herramienta para el seguimiento de los tumores tratados con terapias dirigidas, porque en tanto que el tumor responda,
la fracción mutada que detectamos en sangre al inicio del tratamiento va a ir
disminuyendo progresivamente”.
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