La búsqueda de opciones
no invasivas de detección está de actualidad en la
Medicina. La misión es evitar las
biopsias y sus inconvenientes. Sin embargo, las alternativas propuestas muchas veces, o no son lo suficientemente específicas, o no coinciden entre sí, como acaban de comprobar investigadores de la Universidad Charles R. Drew de Los Angeles (Estados Unidos).
Un estudio aceptado para ser presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Endocrino, ha revelado que tres métodos distintos para predecir la
esteatohepatitis no alcohólica, basados en el análisis de
factores de riesgo, solo coincidían el 20 por ciento de las ocasiones.
Theodore C. Friedman, jefe del Departamento de Medicina Interna de dicha universidad, explica que “los tres
métodos no invasivos que investigamos estaban de acuerdo en el diagnóstico solo con un quinto de los participantes de la base de datos. Estos resultados implican que se necesitan mejores métodos para predecir la NASH [el nombre de esta enfermedad por sus siglas en inglés]”.
La NASH ocurre cuando la grasa se acumula en el hígado, causando inflamación y daño que puede llevar a
cirrosis y
cáncer. La biopsia de hígado es hasta el momento la mejor manera de diagnosticarla pero se trata de una cirugía menor que puede ser cara y conllevar ciertos riesgos.
Distintos factores de riesgo para predecir la esteatohepatitis no alcohólica
La investigación analizó datos procedentes de 13.910 personas de entre 20 y 74 años que participaron en la
III Encuesta Nacional sobre Salud y Nutrición(‘Nhanes III’), entre 1988 y 1994, y que fueron sometidos a una prueba de ultrasonido del hígado. Los autores excluyeron a aquellos con un alto consumo de alcohol e identificaron a los que tenían grasa en el hígado, lo que podía ser un indicio de NASH.
Tomando variables incluidas en ‘Nhanes III’, compararon tres métodos no invasivos de predicción, que utilizan distintos factores de riesgo para predecir la probabilidad de tener NASH:
los métodos ‘HAIR score’, ‘NASH liver fat score’ y ‘Gholam score’.
‘HAIR score’ está basado en la hipertensión, los niveles de transaminasa alanina y la resistencia a la insulina. El ‘NASH liver fat score’ incorpora el síndrome metabólico, la diabetes tipo 2, la insulina sérica, los niveles de transaminasa alanina y de aminotransferasa aspartato. El ‘Gholam score’ utiliza la aminotransferasa aspartato y el diagnóstico de diabetes tipo 2.
Temor a que no se identifique correctamente la NASH sin biopsia
Los tres métodos solo coincidieron en el diagnóstico de la NASH es uno de cada cinco participantes en el estudio. De los 1.236 individuos a los que se les determinó la enfermedad por al menos un método,
el 18 por ciento fue identificado por los tres, mientras que el 20 por ciento fue identificado por dos.
“Como los resultados difieren dependiendo del método utilizado, hay que tener mucho cuidado a la hora de interpretar los factores de riesgo”, advierte Friedman. “En la práctica clínica, los pacientes y sus factores de riesgo pueden no ser identificados correctamente si se utilizan métodos alternativos a la biopsia”.
“Hace falta más trabajo para encontrar una forma válida y fiable de diagnosticar NASH que evite los costes y riesgos de la biopsia del hígado”, sostiene. El estudio ‘Nhanes III’ “lanzará nuevos datos sobre un tipo distinto de ultrasonidos del hígado que puede ayudar a predecirlo”.
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