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Un nuevo sistema de cribado selecciona fármacos contra la leucemia infantil

El avance está basado en los procesos de inflamación de las células tumorales

María Domínguez, directora del equipo del Instituto de Neurociencias de Alicante que ha publicado el logro.

06 mar 2018. 18.00H
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POR REDACCIÓN
El Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández de Elche y el CSIC (UMH-CSIC), ha logrado mostrar por primera vez que un factor importante en el desarrollo de la leucemia linfoblástica aguda pediátrica es la inflamación, que oculta totalmente a las células tumorales, dotándolas con una especie de 'manto de invisibilidad' que impide que el sistema inmune las detecte.

Este descubrimiento, realizado por el laboratorio que dirige María Domínguez, han puesto a punto un sistema de cribado que permitirá seleccionar fármacos ya en uso, o nuevas terapias, contra procesos inflamatorios que puedan ser eficaces en este cáncer infantil, sin efectos secundarios.

La leucemia linfoblástica aguda es el cáncer más frecuente en edad pediátrica

El grupo de María Domínguez lleva 6 años trabajando para encontrar fármacos con menos efectos secundarios que los actualmente disponibles, aunque con igual efectividad para la leucemia linfoblástica aguda pediátrica. Y ese trabajo está ya dando sus frutos, que explican en un artículo que publica la revista especializada Cell Reports.

"Faltaba un tipo de screening para testar miles de moléculas que a la vez permitiese ver su impacto sobre el tumor y sobre las células sanas, y validar también que lo que se observa en un modelo animal puede estar relacionado con la enfermedad en humanos. Ahora que hemos optimizado considerablemente el sistema y hemos hecho la prueba de concepto, para demostrar que esto es posible, se podrá avanzar más rápido en la búsqueda de fármacos eficientes pero más seguros y aplicarlo a otros oncogenes y otros cánceres", señala la investigadora.

"La mayoría de los tratamientos en uso y muchos fármacos experimentales están diseñados para atacar células que se dividen. Por eso estos fármacos logran disminuir el crecimiento de las células tumorales, pero también frenan el de las otras células sanas del organismo y causan secuelas importantes", explica Domínguez.

Optimizar medicamentos ya ensayados en niños

La leucemia linfoblástica aguda es el cáncer más frecuente en edad pediátrica y representa aproximadamente 25 por ciento de los diagnósticos en niños menores de 15 años. Aunque la tasa de supervivencia es alta, aproximadamente del 90 por ciento, los efectos secundarios del tratamiento pueden persistir durante meses o años una vez superado este cáncer de la sangre. Además, aproximadamente un 20 por ciento de los casos no responden a los tratamientos.

"Una alternativa es optimizar medicamentos que ya se han ensayado en niños para otros usos, con conocida seguridad, para reutilizarlos en tratamientos contra el cáncer. Para ello, un requisito importante era disponer de un sistema biológico que permita testar miles de fármacos de forma rápida, barata y predictiva, como el que hemos puesto a punto, que permite ver su eficacia frente a las células tumorales y los posibles efectos adversos sobre las células sanas", apunta.

"Nuestro trabajo nos ha permitido identificar posibles nuevas terapias para la leucemia linfoblástica aguda pediátrica y a la vez descubrir aspectos no conocidos de este tumor", la investigadora que ha logrado ver por primera vez "que un factor importante en el desarrollo de tumores causados por este oncogén es la inflamación, que se sabía que estaba asociada a otros tumores como el cáncer de estómago, pero no a estos tumores pediátricos".

"Hemos identificado una vía inflamatoria cuyos niveles se incrementan por la quinasa PI3K y hemos demostrado que contribuye a crear un ambiente propicio para el crecimiento de las células cancerosas y a que el sistema inmune deje vía libre al tumor", detalla.

Revertir la inflamación

El nuevo sistema de cribado desarrollado en el laboratorio de la doctora Domínguez, ha servido también para comprobar que muchos de los fármacos testados actuaban revirtiendo esa inflamación. "En análisis de células de leucemias pediátricas hemos validado que esa vía inflamatoria está efectivamente elevada y que los fármacos son capaces de matar las células leucémicas sin afectar a las células sanas", puntualiza.

"La idea ahora, en un proyecto conjunto con la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer, es profundizar en los mecanismos moleculares y sistémicos de quinasa PI3K, y en otros fármacos identificados en este estudio de uso clínico en enfermedades inflamatorias. Estas evidencias previas pueden acelerar la translación de los resultados y ensayos de los nuevos fármacos", concluye.

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