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Un 'mensajero' celular, punto débil de los dos linfomas más agresivos

Una molécula se revela eficaz para el de Burkitt y el difuso de células grandes

Los científicos buscan análogos sintéticos de una molécula llamada 'microRNA miR-28' para abordar los cánceres de sangre.

21 feb 2017. 14.20H
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POR REDACCIÓN
Una parte del ácido ribonucleico de las células, el conocido como microRNA miR-28, regula cómo se diferencian los linfocitos B y se muestra capaz de bloquear el crecimiento de los linfomas con ese origen celular, según han descubierto científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC).

Estos cánceres a menudo no responden a la quimioterapia o, si lo hacen, recidivan

El hallazgo sirve, a priori, para tratar los dos tipos más agresivos de estos cánceres de la sangre a partir de análogos sintéticos de ese microRNA miR-28: el linfoma de Burkitt y el difuso de células grandes. El estudio en el que se describe todo ello ha sido publicado en Blood.

“Estos hallazgos son útiles para el desarrollo de la primera terapia basada en un análogo de miRNA para el tratamiento de linfomas B y, además, justifican el inicio de ensayos en humanos”, han señalado los científicos.

En la actualidad, los datos muestran que cada año se diagnostican en el mundo 400.000 nuevos casos de linfoma y que más de 200.000 personas fallecen cada año como consecuencia de este tipo de cáncer de la sangre.

Alrededor del 60 por ciento de los casos se presenta con formas agresivas, como los dos mencionados, muchos de los cuales no responden a la quimioterapia o bien recaen después del tratamiento.

“La mayoría de los linfomas que se diagnostican se originan a partir de linfocitos B maduros”, ha explicado Almudena Ramiro, coordinadora de la investigación, quien ha recordado que “es crucial encontrar terapias alternativas que reemplacen o complementen a las actuales”.

Potencial terapéutico por sus características y versatilidad

En conjunto, los resultados de este estudio revelan el potencial terapéutico de miR-28 y proporcionan una justificación para la iniciación de ensayos clínicos de terapias basadas en miR-28 para tratar los linfomas de células B.

Los microRNAs (miRNAs) son pequeñas moléculas de ARN que regulan la expresión génica e intervienen así en numerosos procesos biológicos y en diversas enfermedades.

Las características moleculares y la versatilidad de los microRNA han hecho que, en la actualidad, se les considere como moléculas con un alto interés terapéutico para el tratamiento del cáncer, han explicado los autores de la investigación.

Los investigadores del CNIC han caracterizado la función de miR-28 en la biología de los linfocitos B maduros y en el desarrollo de linfomas asociados a este tipo celular.

A la búsqueda de fármacos de acción específica

Los datos del estudio demuestran que la expresión de miR-28 regula la diferenciación terminal de los linfocitos B, un proceso básico en la biología de estas células en el que se generan linfocitos B memoria y células plasmáticas altamente específicas.

Los investigadores han descubierto que, a menudo, la expresión de miR-28 se pierde en linfomas, y que restablecer su expresión impide el crecimiento tumoral. En concreto, ha explicado la especialista, “la presencia de miR-28 disminuye la capacidad proliferativa y de supervivencia de los linfocitos B maduros”.

Por último, los autores del trabajo han señalado que, desde el punto de vista terapéutico, resulta importante identificar fármacos que mejoran la eficacia y reducen la toxicidad de la terapia estándar contra el linfoma.

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