Un análisis de la
evidencia científica sobre la
leucemia infantil más común, la
leucemia linfoblástica aguda, ha revelado que su causa probable radica en la falta de exposición a
virus comunes como la
gripe y
bacterias en el
primer año de vida.
Mel Greaves, investigador del Institute of Cancer Research que llevaba más de 30 años dedicado a esta enfermedad -cuya incidencia crece a cerca de un 1 por ciento anual-, explica en un artículo publicado en la revista
Nature Reviews Cancer que esto implica que la patología es prevenible.
Es una paradoja de la sociedad moderna: los ambientes más limpios no 'alimentan' el sistema inmune
|
Dos mutaciones genéticas
Concluye que el mecanismo por el cual la leucemia linfoblástica aguda aparece se basa en dos mutaciones genéticas: una previa al nacimiento y otra disparada por una
infección en el
bebé de más de un año cuyo
sistema inmunitario no ha sido estimulado con infecciones previas.
Se trata de una paradoja de la sociedad moderna: en
ambientes más limpios de gérmenes, el sistema inmune no es 'alimentado' y se muestra demasiado débil para combatir infecciones posteriores, un mecanismo similar a otras enfermedades de origen autoinmune como la
diabetes tipo 1 o las
alergias.
Bacterias y virus comunes
El estudio de gemelos idénticos con leucemia linfoblástica aguda ha mostrado que la primera mutación se produce en el útero materno,
trasladándose de un gemelo a otro mediante de células pre-malignas que migran a través del torrente sanguíneo.
Pero todavía es necesaria una segunda mutación, distinta en los dos gemelos. Estudios poblacionales y experimentos en animales han sugerido que este segundo paso puede ser disparado por infecciones de bacterias y virus comunes.
Gripe, ondas electromagnéticas o radiación ionizante
Greaves rechaza otras explicaciones como las ondas electromagnéticas y agentes químicos por su escasa evidencia científica
|
De hecho, un estudio reciente señala que el virus de la gripe estaba presente en todos los casos de un cluster en un
estudio presentado recientemente.
Greaves ha rechazado otras causas de la enfermedad por su
poca evidencia científica, como la radiación ionizante, los cables eléctricos, las ondas electromagnéticas y agentes químicos.
El análisis del investigador británico recopila más de
tres décadas de investigaciones propias y de otros científicos en campos como la genética, la biología celular, la inmunología, la epidemiología o modelados animales.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.