El Grupo Español de
Leucemia Mieloide Crónica (Gelmc) ha publicado los resultados de una experiencia española de
discontinuación del tratamiento de la leucemia mieloide crónica en la práctica clínica habitual, con un 64 por ciento de los pacientes permaneciendo libres de enfermedad.
“Incrementar estos porcentajes es uno de los retos clínicos actuales en el abordaje de la
leucemia mieloide crónica”, ha afirmado
Fermín Sánchez-Guijo, secretario del Gelmc, que pertenece a la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (
SEHH).
Inhibidores de la tirosina quinasa
Tras 20 años de experiencia con los inhibidores de la tirosina quinasa “podemos decir que
estos fármacos han conseguido cambiar el curso natural” de la enfermedad. “Disponemos de cinco fármacos que se complementan: imatinib, nilotinib, dasatinib, bosutinib y ponatinib”.
El interés de la comunidad científica se dirige al desarrollo de nuevos fármacos, en monoterapia o combinación
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Al poder discontinuarse el tratamiento en algunos pacientes seleccionados que alcanzan una respuesta molecular profunda mantenida, “puede hablarse ya de una curación funcional”, afirma Sánchez-Guijo.
Efectos adversos
El presidente del Gelmc,
Juan Luis Steegman, matiza que los efectos adversos de los inhibidores de la tirosina quinasa “constituyen una importante preocupación tanto para los pacientes que los sufren como para los hematólogos dedicados a la leucemia mieloide crónica”.
Los miembros del Grupo han liderado activamente las guías internacionales para el manejo de los efectos adversos, y el Gelmc ha publicado diversos estudios y documentos de consenso. En los últimos años “hemos estado interesados en el análisis de las interacciones de otros medicamentos con los inhibidores de la tirosina quinasa y en la
determinación de niveles plasmáticos de dichos fármacos, que pueden ayudar a los hematólogos a ajustar el tratamiento en algunos casos”.
El interés de la comunidad científica también se dirige al desarrollo de nuevos tratamientos, en monoterapia o combinación, que permitan alcanzar respuestas profundas en
pacientes resistentes a tratamientos disponibles, con la premisa de demostrar un perfil bajo de toxicidad.
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