Los diferentes tipos de cáncer hematológico suponen ya el quinto tumor más frecuente en España. Se estima, además, que en 2024 la cifra de pacientes aumentará hasta los 29.000 en nuestro país, tal y como recoge el ultimo informe de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia junto a la Red Española de Registros de Cáncer (SEHH-REDECAN). Para hacer frente a estas cifras, ambos organismos se muestran optimistas con la llegada de nuevas terapias, y aseguran incluso que algunos tratamientos utilizados hasta ahora podrían perder su protagonismo en la especialidad. Los datos también arrojan esperanzas, ya que recogen una "ligera mejora" del pronóstico de estos cánceres en los años más recientes, pasando de un 62 por ciento de supervivencia entre los años 2002-2006, a un 66 por ciento en la siguiente década.
Unas cifras que hay que analizar detenidamente, ya que los especialistas aseguran que no siempre disponen de todos los registros necesarios.
María Victoria Mateos, presidenta de la SEHH y hematóloga del
Hospital Universitario de Salamanca, asegura que los estudios actuales
reflejan muy pocos años de seguimiento, y que hace falta una incorporación más generalizada y progresiva de nuevos tratamientos para un análisis más completo.
María Victoria Mateos, presidenta de la SEHH.
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Pese a contar con muchos avances simultáneos, éstos sólo llegan a “dos o tres hospitales de España, en los que se concentran las fases más precoces de los ensayos clínicos”. La facultativa añade que, en consecuencia, la
tasa de supervivencia de sus pacientes es mejor que las del resto de centros españoles. Aun así, recuerda que existe una
buena red de comunicación nacional que contribuye a disminuir dichas diferencias en investigación clínica. En acceso a innovación, un análisis exhaustivo podría “sacar los colores a algunas comunidades autonomas”, en palabras de la propia Mateos.
Por su parte,
Rafael Marcos-Gragera, facultativo de la Unidad de Epidemiología y Registro de Cáncer de Girona (ICO-Girona) y coordinador del grupo de investigación
HematoREDECAN, asegura que los sondeos realizados tienen en cuenta todas las franjas de edad, pero que en lo que a comparativas se refiere existen pocos casos de regiones concretas, y no se ha realizado nigún estudio provincia a provincia.
Rafael Marcos Gragera, facultativo de la Unidad de Epidemiología y Registro de Cáncer de Girona (ICO-Girona) y coordinador del grupo de investigación HematoRedecan.
Una de las carencias más significativa en la recogida de datos para
Josefina Serrano, hematóloga del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, es que
solamente hay un sondeo pediátrico de leucemias mieloides, pese a ser el tipo de cáncer más frecuente en niños. También ha reconocido que los cánceres hematológicos son los mejor tipificados, ya que se diagnostican y clasifican cada vez con más precisión. Aun así, destaca que los datos por franjas de edad están siempre sujetos a causas epidemiológicas, como el descenso de la natalidad o el aumento de esperanza de vida. Por todos estos motivos, las novedades en factores pronósticos y las
técnicas de nueva generación para individualizar y personalizar el tratamiento son cada vez más necesarias, en opinión de la especialista.
Josefina Serrano, Grupo Español de Leucemia Aguda Mieloblástica, Hospital Reina Sofía de Córdoba.
Una docena de nuevos fármacos para linfomas
Como secretario de
l Comité Científico del Grupo Español de Linfomas y Trasplante Autólogo de Médula Ósea (GETALMO) de la SEHH,
Alejandro Martín García-Sancho ha profundizado en la importancia y naturaleza de estas nuevas terapias. Él mismo sostiene que la
quimioterapia o el trasplante de médula ósea están pasando a un segundo plano en el abordaje de estas patologías, quedando incluso “relegadas” con la llegada de tratamientos dirigidos, basados en la inmunoterapia,
anticuerpos monoclonales o pequeñas moléculas con efecto diana.
Alejandro Martín, secretario del Comité Científico del grupo Español de Linfomas (GELTAMO) y Unidad de Linfomas del Hospital Universitario de Salamanca.
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El también hematólogo del
Hospital Universitario de Salamanca, recuerda además que estas terapias suponen un mejor balance eficacia-toxicidad y mejoran la calidad de vida de los pacientes, especialmente las células
CAR-T. Éstas últimas dan opciones reales de tratamiento a pacientes refractarios a la quimioterapia, es decir, cuatro de cada diez enfermos de linfoma difuso. A estos ingredientes, suma además la incorporación de 12 nuevos fármacos y la futura llegada de los anticuerpos bioespecíficos. En su agenda de previsiones futuras, asegura que a corto plazo podrán curarse aquellos linfomas conocidos como “incurables”, sin necesidad de recurrir a la quimioterapia.
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